Brufau ha pedido que Europa reaccione ante la pérdida de su peso industrial. En 2023, el PIB industrial de la Unión Europea se situó en el 17,5%, muy alejado del objetivo del 20% fijado para 2020, mientras que en Estados Unidos y China crece. “La industria es un motor esencial para la prosperidad económica y el bienestar social de Europa. Este sector estratégico lidera el desarrollo tecnológico y la innovación, pero también destaca por su capacidad de crear empleos de calidad, su efecto tractor en otros ámbitos de la economía y su impacto positivo en la balanza comercial”, ha añadido. En su intervención, el Presidente de Repsol ha explicado que la pérdida de peso industrial está motivada por una compleja sobrerregulación y un excesivo énfasis en la sostenibilidad, sin tener en cuenta otros aspectos esenciales, como la garantía de suministro. Mientras, al contrario, China y Estados Unidos promueven, protegen e incentivan sus industrias.
El Presidente de Repsol ha considerado que la Unión Europea debe continuar liderando el proceso de transición energética, pero poniendo las políticas industriales en un primer plano de sus prioridades estratégicas: “El equilibrio entre seguridad de suministro de energía, competitividad y sostenibilidad, el tri lema energético, es crítico para el desarrollo y la prosperidad de nuestra región”. Como ejemplo, ha señalado los precios energéticos: en 2023 el precio de la electricidad para la industria en Europa fue 2,6 veces más caro que en Estados Unidos, y el del gas natural, 5,8 veces superior. Antonio Brufau ha reconocido que ya existen señales de cambio en el continente y que el nuevo mandato de la Unión Europea reactivará políticas para recuperar la competitividad de la economía europea frente a otras regiones y reducir el declive industrial. De lo contrario, se seguirá perdiendo tejido industrial y exportando emisiones a otras regiones. “En los próximos años veremos si Europa queda como un mero campo de juego para la competencia de otros actores o si relanzamos nuestra presencia mediante la revitalización de nuestra industria y la crea ción de un mercado único real. La transición hacia una economía baja en carbono no será fácil, ni barata, pero es imprescindible”, ha afirmado.
El Presidente de Repsol ha añadido que, para ello, “se necesita un compromiso político a largo plazo para reindustrializar Europa y poder competir en igualdad de condicio nes con otras regiones, pero siempre en el marco de una transición energética que consiga resultados efectivos en la lucha contra el cambio climático”. Apuesta por la transición energética
– El Presidente de Repsol, Brufau, ha destacado en su intervención en la Junta General de Accionistas de la compañía la necesidad de realizar cambios para que Europa compita en igualdad de condiciones con Estados Unidos y China.
– Antonio Brufau ha llamado a que Europa “reaccione” ante la pérdida de peso industrial, “motor esencial para la prosperidad económica y el bienestar social”.
– “Defendemos una transición energética lo más eficiente y acelerada posible, que sirva de base para la reindustrialización de Europa”, ha indicado el Presidente de Repsol.
– El Consejero Delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha subrayado que la propuesta de retribución a los accionistas de Repsol “sigue siendo una de las más atractivas de la Bolsa española y del sector”. – Josu Jon Imaz ha afirmado: “Continuaremos ofreciendo todas las formas de energía que la sociedad necesita, de forma com petitiva y, cada vez, más sostenible y descarbonizada”.
– La Junta General de Accionistas ha aprobado un dividendo com plementario de 0,5 euros brutos por acción con cargo a los be neficios de 2023 y el reparto de otros 0,45 euros brutos por ac ción, pagaderos en enero de 2025.
Por su parte, el Consejero Delegado de Repsol, Imaz, en su intervención ante los accionistas de la compañía, ha repasado el desempeño operativo y financiero de la compañía en 2023 y ha profundizado en la Actualización Estratégica 2024-2027, presentada el pasado mes de febrero, tras haber logrado, con dos años de antelación, gran parte de los objetivos comprometidos en el Plan Estratégico 2021-2025. Imaz ha recordado que la actual estrategia fija un nuevo marco de asignación de capital con tres grandes prioridades: mejorar la retribución a los accionistas, mantener la calificación crediticia actual y un balance sólido, e implementar un plan de inversiones netas de entre 16.000 y 19.000 millones de euros hasta 2027, de los que más de un 35% se destinará a iniciativas bajas en carbono. El Consejero Delegado de Repsol ha remarcado que la política retributiva de la compañía −con el compromiso de destinar entre un 25% y un 35% del flujo de caja de las operaciones− continúa siendo una de las más atractivas de la Bolsa española y del sector. Repsol distribuirá 4.600 millones en efectivo en el periodo 2024-2027, una retribución que se completará con recompras de acciones de hasta 5.400 millones de euros.
Imaz ha repasado la estrategia que marcará el devenir de los negocios de la compañía, destacando la relevancia que tendrá el área Industrial, en la que se están sentando las bases para transformar sus complejos industriales en centros multienergéticos, desarrollando plataformas de combustibles renovables y otras energías bajas en carbono. En la refinería de Cartagena, la compañía ha comenzado a producir combustibles 100% renovables a gran escala, con una inversión de 250 millones de euros y una capacidad de producción de 250.000 toneladas al año. En este sentido, Josu Jon Imaz ha afirmado que el gravamen a las compañías energéticas, que “se ideó como temporal y extraordinario”, penaliza el esfuerzo necesario para la transformación de los complejos industriales en polos multienergéticos progresivamente más descarbonizados. Asimismo, “castiga a empresas que, como Repsol, invierten en activos industriales, generan empleo y garantizan la independencia energética del país”. No obstante, ha remarcado el compromiso de la compañía con el desarrollo industrial, el empleo de calidad y las tecnologías de última generación.
Los accionistas, que han aprobado la gestión de la compañía en 2023, también han dado el visto bueno a la propuesta de un dividendo complementario de 0,5 euros brutos por acción −con cargo a los beneficios del ejercicio 2023− que se abonará el próximo 8 de julio y que se sumará a la retribución pagada en enero de este año. Con ello, el dividendo en efectivo aumentará un 29%, hasta los 0,90 euros brutos por acción, frente al ejercicio anterior. El Consejero Delegado ha destacado el papel clave de los combustibles renovables en la evolución de la compañía. Asimismo, los accionistas han aprobado el reparto de otros 0,45 euros brutos por acción con cargo a reservas libres, cuya distribución está prevista a lo largo del mes de enero de 2025, en la fecha que concrete el Consejo de Administración.
La Junta General de Accionistas también ha dado luz verde a una reducción del capital social, mediante amortización de 40 millones de acciones propias y a la delegación en el Consejo de Administración de la facultad de ejecutar reducciones de capital adicionales hasta un máximo de 121.739.605 acciones propias, equivalentes al 10% del capital social, para tener una mayor flexibilidad a la hora de llevar a cabo amortizaciones de acciones. La estrategia de transición energética de la compañía, que se ha elevado a la Junta General de manera consultiva y se centra en alcanzar las cero emisiones netas en 2050, también ha sido respaldada por los accionistas