La cita ha pasado de ser una sesión ordinaria de la ejecutiva de Junts a una reunión de especial interés tras la votación del pasado miércoles en la que los siete diputados liderados por Nogueras fueron decisivos para tumbar la reducción de la jornada laboral.
Tras la votación, Sánchez puso tierra de por medio con Díaz para evitar que el rifirrafe entre Junts y Sumar le salpicara, pero Junts, a cuenta de la política antiisraelí del presidente del Gobierno, ha seguido buscando el cuerpo a cuerpo con Sánchez. Puigdemont criticó desde su cuenta en X al Gobierno, al que acusó de ser responsable de la espantada de Israel de la próxima edición del Mobile World Congress, el evento económico más importante que se celebra cada año en Barcelona: «Deberán dar explicaciones por haber provocado el boicot al MWC de uno de los países tecnológicamente más avanzados del mundo. Boicotear a los productos y empresas israelís por el simple hecho de serlo es un error que se deberá rectificar cuanto antes».
En las horas previas a la reunión desde la dirección de Junts se sigue insistiendo que la moción de censura junto al PP y VOX está descartada, pero que el PSOE no debe dar su apoyo por descontado.
Puigdemont cree que, aunque formalmente desde el PSOE se achaca a los jueces la no aplicación de la amnistía que le permitiría volver a España sin causa judicial alguna, en realidad su situación le es cómoda al PSOE porque mientras no se consuma su regreso puede verse forzado a mantener el apoyo al Gobierno, por ese motivo esta semana dio el paso de recusar a tres miembros del Tribunal Constitucional.