Y es que, con independencia de lo que resulte dentro de unos meses la necesidad de aprobación del bodrio es tal que el gobierno y sus secuaces están llevando el enfrentamiento con la oposición a limites insospechados.
En estos momentos el Senado ha señalado que de acuerdo con el informe de sus letrados tramitara la proposición de ley de amnistía por la «obligación automática» derivada de la Constitución de admitir las iniciativas enviadas por el Congreso de los Diputados, pero dejando constancia de la «clara inconstitucionalidad» que aprecia en el texto.
Así se desprende de la propuesta de acuerdo que formula la Secretaría General de cara a la reunión de este martes de la Mesa del Senado. El texto, es resultado de un extenso informe de la propia Secretaría General de la Cámara y de otro de los letrados, en los que se alerta de que el texto incurre en motivos de inconstitucionalidad por vulnerar varios principios y valores y derechos fundamentales.
Los letrados dejan claro en su informe que una decisión de inadmisión «no se ajustaría a la Constitución», ya que hay un «acto de continuidad que no se puede interrumpir entre la remisión del Congreso y el sometimiento de la iniciativa al Senado». «Se debería hablar incluso de un deber constitucional» de la Mesa de admitir a trámite las iniciativas remitidas por el Congreso, apuntan.
Como era de esperar el Gobierno ha reaccionado con violencia y en la rueda de prensa tras el Consejo y tras mostrar su aparente “respeto” sobre el informe de los letrados del Senado sobre la ley de amnistía, pero la ministra Alegría no se `pudo resistirse a lanzar el mensaje ordenado por sus jefes, “a día de hoy, quién determina la constitucionalidad de una ley es el Tribunal Constitucional. Es “importante recordar esto” Y como no podría ser de otra manera añadió aquello de que “la posición del Gobierno con la amnistía es la misma que tiene Europa, trasladada en la Comisión de Venecia” porque en dicho dictamen se “avala claramente y de manera rotunda” la ley de amnistía señalando «que no afecta al principio de igualdad ni a la separación de poderes y que no es necesaria la reforma de la Constitución, sino que se puede a través de una ley orgánica”.
Es decir, mentira tras mentira a ver si nos convencemos de que ellos son los que mandan y los demás solo tenemos que obedecer y callar, y mientras los choque de locomotoras continuaran, porque el gobierno tiene demasiado que perder y la oposición la obligación de frenar la locura anticonstitucional.