La Reserva Federal de Estados Unidos recortó los tipos de interés en 25 puntos básicos, su primera bajada en 2025, y dejó abierta la puerta a nuevas reducciones antes de que acabe el año.
Esta decisión ha reforzado el rally bursátil que encadena máximos en Wall Street y que comienza a contagiarse a Europa, donde los principales índices podrían unirse a la senda alcista de cara al último trimestre.
Es decir, estamos en un escenario Goldilocks: ni frío ni caliente, tanto para la inflación como para el paro y el crecimiento, lo que permite a las bolsas seguir avanzando,
Entre las grandes sorpresas de 2025 está China. Su índice Hang Seng subió un 7% solo en septiembre, consolidándose como una de las bolsas más rentables del mundo. Quizá nuestra apuesta más clara para este año sea China, que pensamos tiene aún camino por recorrer en la que será la economía del siglo XXI.
El histórico también respalda esta visión. Cuando el S&P 500 ha subido más de un 10% entre enero y septiembre, en ocho de cada diez ocasiones ha seguido ganando terreno el último trimestre. En los emergentes, tras repuntar un 25% en los nueve primeros meses, siempre se han mantenido rentabilidades positivas en la recta final del año.
Puede haber alguna corrección puntual en otoño, pero lo más probable es que cerremos 2025 en niveles superiores.