La banca reduce el número de oficinas en los municipios de menos de 500 habitantes, según un informe publicado este jueves por el Banco de España. El sector ha cerrado un 11% de las sucursales en estas localidades en 2022, aunque ha compensado este retroceso con el incremento de canales alternativos como los ofibuses, agentes financieros, cashback en comercios o Correos Cash. En concreto, ha pasado de haber 426 oficinas a 379, mientras que otras formas de acceso han pasado de los 1.109 a cierre de 2021 hasta los 1.354 de finales del año pasado.
“La mayor disponibilidad reciente de puntos de acceso se explica por la implantación de nuevos canales alternativos, en un contexto en el que la clientela aún utiliza mayoritariamente las oficinas bancarias”, resume el documento elaborado por el supervisor. Es decir, se está produciendo un trasvase del tipo de punto de acceso a los clientes, aunque los usuarios todavía prefieren la sucursal tradicional.
Según la última edición del Estudio sobre Hábitos en el Uso del Efectivo, cuyo trabajo de campo se realizó entre marzo y mayo de este año, la utilización de los canales alternativos a las oficinas es aún minoritaria, tanto en el caso de las personas mayores como en el de la población residente en municipios sin oficina estable. “Estos resultados inciden, por tanto, en la importancia de acompañar el despliegue de los canales alternativos con actuaciones que promuevan y faciliten su uso por parte de la clientela, así como en la necesidad de valorar la efectividad de las diferentes alternativas disponibles”, zanja el texto. Además, según el estudio de uso del efectivo, los clientes perciben un “incremento apreciable de la distancia hasta el punto de acceso al efectivo más cercano”, añade el Banco de España.
Con estos cambios, el sector financiero ha dado un paso adelante en la reducción del número de municipios sin ningún punto de acceso presencial a los servicios bancarios. En concreto, ha reducido esta cifra en 167 tras la implantación de algún punto de acceso presencial en 223 municipios y el cierre del último punto disponible presencial en otras 56 localidades que sí lo tenían.
“El porcentaje de municipios sin ningún punto de acceso presencial se redujo en mayor medida que en el caso de otros servicios, tanto de provisión privada (comercios y bares) como con un cierto componente de provisión pública (atención sanitaria y farmacias)”, detalla el informe. Esto es, la apertura de puntos alternativos compensa con creces el cierre de oficinas bancarias. El problema es que los clientes prefieren las sucursales.
Esta tendencia va en línea con los trabajos realizados por el sector para atajar la exclusión financiera. En el último informe realizado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), a cierre de 2022 se identificaron 159 municipios de más de 500 habitantes.
Eso sí, los datos globales esconden una doble tendencia. Mientras se reducen las pequeñas localidades sin acceso presencial a los servicios financieros, en el total de España se ha retrocedido en términos generales. Si se mira el global de los datos, según el informe del Banco de España, el número de oficinas se redujo un 7,2% en 2022: pasó de las 19.014 sucursales a cierre de 2021 a las 17.648 que seguían operativas a finales del año pasado. Mientras que el número de puntos de acceso a los servicios bancarios mediante canales alternativos aumentó un 1,6% en ese mismo periodo (subió de 49.869 a 50.672).
“Los agentes financieros y las oficinas móviles (ofibuses) habrían experimentado los mayores incrementos entre 2021 y 2022. En concreto, el número de puntos de acceso ofrecidos por agentes financieros aumentó un 34,4%, desde los 1.710 en 2021 hasta los 2.299 en 2022, mientras que los ofrecidos por ofibuses aumentaron un 28,4% —de 613 a 787—”, desgrana el documento. Pese a ello, de forma agregada el volumen de punto de acceso presencial retrocede un 0,8%.