Más aún ante un escenario adverso en lo demográfico que disparará el gasto público las próximas décadas. La inversión, como la innovación, son clave para promover el crecimiento potencial del PIB y en este punto España tiene una importante tarea a futuro para poder reducir la brecha con la Unión Europea. En los últimos siete años, el país apenas ha rebajado dos puntos su diferencial de innovación con la media de los Veintisiete, como pone de manifiesto el índice que la Comisión Europea viene elaborando desde 2016 a partir de indicadores como la atracción de talento, la inversión en investigación y desarrollo o el uso de tecnologías de la información. En concreto, el año pasado el índice de innovación en España se situó en los 96 puntos, un 11% por debajo de la media de la UE (donde alcanzó los 108,5 puntos), frente al 13% de 2016, el ejercicio en que el gobierno comunitario lanzó por primera vez este indicador.
En relación con el resto de grandes economías de la Eurozona, España está un 15% por debajo de los niveles de innovación de Francia, un 25% por debajo de los de Alemania y un 1% por debajo de Italia, si bien se mantiene un 4% por encima de Portugal. El pasado ejercicio el valor más bajo lo presentaba Ucrania (con un índice de 33 puntos) y el más elevado Suiza (151 puntos). España está mejor posicionada que el conjunto de la región en competencias digitales avanzadas y presenta, a la vez, niveles similares de empleo en ocupaciones intensivas en conocimiento. Sin embargo, hay dos aspectos en los que su desempeño es peor.
La Estrategia Española de Ciencia, Tecnología e Innovación se ha fijado como objetivo situar la economía española en una inversión en I+D sobre PIB del 2,12% de cara a 2027, para dar pasos adelante en la convergencia con la Unión Europea. Se trata de un objetivo «ambicioso y difícil de conseguir». ERS mas podría suceder que esta meta no se alcanzase incluso si en los próximos cinco años se mantuviera un crecimiento anual de la inversión en una tasa similar al 12% registrado en 2022. Esto es así porque ese incremento está estrechamente vinculado al despliegue de los fondos europeos Next Generation EU y del Plan de Recuperación. Los primeros no estarán disponibles para siempre. Desde Cotec inciden en que para mantener el incremento de la inversión habría que «conseguir reemplazarlos con otros fondos de origen nacional», tanto públicos como privados.
Según los cálculos de Cotec, que toman como referencia el escenario macroeconómico plurianual que el Gobierno incorporó al Programa de Estabilidad de España, si se mantuviese una tasa de crecimiento de la inversión en I+D del 12% en promedio anual hasta 2027, la ratio de I+D sobre PIB se situaría en el 2% en ese año, por lo que sería todavía inferior al 2,12% marcado por la citada estrategia.