Una distancia que no se debe tanto al crecimiento del Real Madrid, desde hace varias temporadas el equipo con mayor capacidad de inversión en su plantilla según el sistema de control económico de LaLiga, sino al tijeretazo que ha sufrido el FC Barcelona. Hace un año este pudo elevar su límite hasta los 648 millones, gracias a las distintas operaciones de desinversión que llevó a cabo durante el verano de 2022 para intentar equilibrar sus cuentas, las conocidas “palancas” ejecutadas por la junta directiva de Joan Laporta. Estas generaron unas plusvalías que se incluyeron en el límite de coste de plantilla, aunque LaLiga ya avisó que esta vía estaba agotada para seguir ganando margen.
De ahí la súbita caída de este verano en el límite impuesto por la patronal, aunque este no refleja el gasto real de cada equipo. Tal y como ha trascendido en los últimos días, el FC Barcelona tiene un gasto real en su plantilla deportiva superior a los 400 millones de euros. Como marca la norma, esto supone que el conjunto culé está excedido, y por tanto no puede incorporar jugadores con normalidad. Al igual que ha sucedido este verano, los equipos en esta situación, como el Barcelona, solo pueden inscribir nuevos futbolistas por un 50% de los ahorros generados con ventas o ahorros salariales. Una situación que promete con repetirse en la próxima ventana de fichajes de enero.
“Una cosa es la cuenta de perdidas y ganancias, y es cierto que el Barcelona ya está próximo a una situación de equilibrio. Pero, a efectos del límite salarial, aún debe recuperar las pérdidas que ha tenido en los ejercicios anteriores”, ha explicado este jueves el director general de LaLiga, Gómez. “Aunque este año no pierda dinero, deberá seguir recuperando los números rojos”, ha incidido.
Una situación que sufren 11 equipos de Primera y Segunda División, en torno al 50% en cada una. Entre ellos suman un exceso de 200 millones de euros, según ha detallado Gómez, la mayoría correspondiente al FC Barcelona. Ese exceso limita al máximo su capacidad de inversión y explica que la competición española haya sido la sexta en el mercado veraniego de fichajes, superada por las ligas inglesa, alemana, italiana, francesa e incluso la de Arabia Saudí. De hecho, según datos de LaLiga, los equipos españoles han generado un balance positivo de 138 millones, gracias a unas ventas de 590 y unas compras de 453. Algo que no sucedía desde el verano de 2017.
La caída del límite del FC Barcelona convierte al Atlético de Madrid en el segundo de la competición en este aspecto, con un tope de 296 millones. El tercero es el conjunto culé, y el cuarto el Sevilla, con 168,7 millones. El que menor capacidad tiene es el Alavés, con 31 millones, seguido de Las Palmas, y del Getafe, con 40.
El límite de coste de plantilla es la medida fundamental del sistema de control económico de LaLiga. Este se calcula tomando los ingresos estimados por los clubes para la temporada que empieza, y se restan los gastos no deportivos, como alquileres, nóminas de personal administrativo; las pérdidas a recuperar de ejercicios anteriores; y la deuda que se deberá devolver a corto plazo.