En lo que respecta al consumo de carne en hogares, rompiendo la tendencia de años anteriores, y pese al entorno inflacionista del último año, el informe destaca un incremento del +6,4% en el cómputo global de todas las categorías de carne y sus derivados en comparación con el año 2022. Aún lejos de los datos prepandemia, el consumo de carne apunta una clara tendencia de recuperación del consumo.
Como dato positivo, la carne es la categoría que mayor proporción del presupuesto acaparó en los hogares durante el pasado año. Concretamente, un total del 19,8 % del valor total destinado a la compra de alimentación y bebidas en el hogar fue destinado a la compra de carne durante el año 2023.
Por especies, y a excepción del ovino, todas las carnes han incrementado su consumo en el hogar, con la carne de pollo a la cabeza y un consumo 11,97 kg per cápita/año, que representa un incremento del 15,2% respecto al año 2022. Le sigue el porcino con 9,15 kg per cápita/año (+7,4%), vacuno con 3,85 kg per cápita/año (+1,6%) y, por último, el ovino/caprino con 0,85 kg per cápita/año (-5,7%), que como indicábamos ha disminuido su consumo.
En relación con los derivados cárnicos, el consumo en hogares en el año 2023 fue de 10,34 kg per cápita/año (-0,8% respecto al año anterior).
Por categorías, destacan el consumo de embutidos cocidos con 2,12 kg per cápita/año (-1,6% respecto a 2022), seguido del jamón y paleta curada con 1,35 kg per cápita/año (-3,5%), jamón y paleta cocida con 1,13 kg per cápita/año (-0,5%) y chorizo con 0,86 kg per cápita/año (-2,3%).
Por último, el consumo de carnes y derivados cárnicos fuera del hogar en 2023 alcanzó un total de 6,42 kg per cápita/año (-3,4%) y 0,83 kg per cápita/año (-5,4%), respectivamente, en comparación con el año anterior.