El informe también señala que en estos productos, las aseguradoras podrían tener una participación más relevante como consecuencia de complementar la pensión de jubilación pública con otros ingresos. De hecho, Mapfre y Banco Santander se han aliado en España para lanzar próximamente su hipoteca inversa.
En España se trata de un producto «enfocado a personas con necesidades de financiación, que sean mayores de 65 años (aunque determinadas entidades suben el límite a 70 años), o que estén afectados por algún grado de discapacidad», explican desde Mapfre Economics.
Según los datos recopilados del Consejo General del Notariado fue en el periodo de 2008 a 2011, coincidiendo con el inicio de la crisis cuando más hipotecas inversa se firmaron. En años posteriores, la firma de hipotecas inversas se redujo drásticamente, y es a partir de 2019 cuando comienzan a suscribirse en mayor número.
Mapfre Economics identifica varias causas por las que el producto no ha terminado de despegar en España. Para empezar, la importante diferencia entre el valor del inmueble hipotecado y el importe de las rentas periódicas que percibe el cliente, las cuales vienen a ser solo un complemento a la pensión pública en la mayor parte de las operaciones.
Además, se trata de un producto complejo que requiere de un asesoramiento independiente para su adecuada comprensión. También, dependiendo de la edad del solicitante y el periodo pactado, en la mayoría de los casos es necesaria la contratación de un seguro de renta vitalicia, lo que reduce el importe final de entrega en la hipoteca, restando atractivo a su contratación.
Por último, también constituye un lastra a la firma de hipotecas inversa los herederos. De acuerdo con el informe, es imprescindible una buena armonía y entendimiento entre los herederos, bien cuando se produzca el fallecimiento del deudor hipotecario o último beneficiario, o bien cuando finalice el periodo contratado, ya que en caso contrario dificultaría la decisión final sobre la vivienda y la deuda contraída por el cliente. Estas circunstancias explicarían por qué no termina de despegar en un país como en España donde la mayor parte de los ciudadanos tienen una vivienda en propiedad.
A lo largo del informe se pone de manifiesto que se trata de un producto en proceso de desarrollo en buena parte de los mercados financieros, aunque aún con muy diferentes niveles de avance, y dónde el mercado estadounidense es el que ha mostrado un mayor desarrollo. Por ejemplo, de acuerdo con datos de la National Reverse Morgage Lenders Association hasta noviembre 2022 y recogidos por Mapfre Economics, aproximadamente 1.296.065 hogares en Estados Unidos han utilizado el mecanismo de la hipoteca inversa. El importe medio del préstamo concedido ascendía a 90.000 dólares.
Reino Unido es otro de los mercados donde la hipoteca inversa está creciendo, no solo por el cambio de regulación que se ha dado, después de unos años en el que el producto tuvo muy mala prensa. El aumento de la población anciana, quienes en su mayoría tienen la posesión de un bien inmueble (el 77% de la gente mayor de 65 años, el grupo de edad que más casas en propiedad tiene) pero no tienen suficientes ahorros para la jubilación (de media 30.000 libras), hace que haya un gran potencial para el mercado de las hipotecas inversas.
Asimismo, y relacionado con la hipoteca inversa, a lo largo del estudio se pone de manifiesto la interrelación que existe entre el mercado inmobiliario y el sector asegurador. “El nivel de desarrollo y madurez del mercado inmobiliario residencial, así como el grado de dinamismo de su mercado hipotecario son factores de gran relevancia en el desempeño de la actividad aseguradora”, recalca Aguilera, director general de MAPFRE Economics.