El 86,9% de las compraventas registradas en mayo correspondieron a fincas urbanas y el 13,1% a rústicas. En el caso de las urbanas, el 59,3% fueron compraventas de viviendas. El número de compraventas de fincas rústicas bajó un 22,6% en mayo en tasa anual y el de fincas urbanas un 22,0%. Dentro de estas últimas, las compraventas de viviendas registraron una disminución anual del 21,5%. El 92,3% de las viviendas transmitidas por compraventa en mayo eran libres y el 7,7% protegidas.
En términos anuales, el número de viviendas libres transmitidas por compraventa disminuyó un 21,7% y el de protegidas un 19,1%. El 20,7% de las viviendas transmitidas por compraventa en mayo eran nuevas y el 79,3% usadas.
El número de operaciones sobre viviendas nuevas se redujo un 14,4% respecto a mayo de 2023 y el de usadas un 23,2%.
Castilla y León (-7,4%), Comunidad Foral de Navarra (-9,0%) y País Vasco (-14,5%) registraron los menores descensos en mayo en el número total de fincas transmitidas. Por su parte, Galicia (-34,3%), La Rioja (-32,2%) y Castilla-La Mancha (-27,8%) presentaron las mayores bajadas.
Atendiendo a las compraventas de viviendas registradas, las comunidades autónomas que presentaron los menores descensos fueron País Vasco (-3,0%), La Rioja (-8,6%) y Extremadura (-14,2%). Por su parte, Principado de Asturias (-25,8%), Andalucía (-25,0%) y Cataluña (-24,5%) registraron las tasas más negativas.
En el caso de las compraventas de fincas registradas, el número de transmisiones fue de 85.378, con una disminución anual del 22,1%.
• En mayo se inscribieron en los registros de la propiedad 155.241 fincas, un 22,6% menos que en el mismo mes del año anterior.
• Las compraventas de viviendas inscritas disminuyeron un 21,5% respecto a mayo de 2023.
Tras conocerse estos datos, el Consejo General de los Colegios Oficiales de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de España destaca que “tras los buenos datos de abril, que parecían ser la consolidación de un cambio de tendencia ya iniciado en enero y febrero, la caída a doble dígito de mayo confirma que en este 2024 la inestabilidad del sector español de la vivienda está provocando ciertas turbulencias en las comparaciones estadísticas con un 2023 que estuvo muy afectado por los conflictos bélicos, la inflación y el encarecimiento de las hipotecas”. “Es probable que la llegada del verano tenga cierto efecto dinamizador en el mercado gracias a las operaciones en el sector de las segundas residencias y las que se realizan de cara al próximo curso”.
El Consejo General de los COAPI de España prevé que “en los próximos meses esta tendencia pueda irse normalizando gracias a tres factores clave: un escenario de crecimiento económico en España, un Euríbor a la baja y el auge del sector de segundas residencias en los meses de verano impulsado tanto por el comprador nacional como por los extranjeros”.
Por otra parte, desde el portal inmobiliario pisos.com, destaca que “las cifras siguen con la tendencia de este 2024 de alternar un mes de aumento con un mes de caída desde que se inició el ejercicio”. “Las poco más de 44.000 viviendas vendidas este mes significan un retroceso del 21% respecto al mismo periodo del año anterior. Esto significa la mayor caída interanual de lo que llevamos de año, precedida por el aumento del 24% en abril. La caída acumulada se sitúa en el -4,1%, dato mucho menos llamativo que el de este mes”.
Font resume así la situación del mercado de la compraventa en España: “Con estas cifras vemos que se produce un parón en el sector arrastrado por los principales mercados. Los datos responden a la dinámica irregular que lleva produciéndose desde que se inició el ejercicio. Con toda probabilidad iremos viendo cómo el mercado va recuperándose frente a la actividad del 2023, especialmente en las cifras acumuladas. Esta tendencia alcista vendrá alentada no sólo por una demanda muy activa sino, especialmente, por las rebajas en los tipos de interés que se irán produciendo a medida que vaya avanzando el año. Como consecuencia, difícilmente veremos grandes caídas en los precios de la vivienda en venta de aquí a final de 2024”.
En contraposicion, las previsiones del ex presidente de AEPSI son optimistas, pues destaca que el número de viviendas transmitidas por compraventa de obra nueva en mayo (20,7%), supera al de los meses de abril (20,1%) y marzo (19,9%). «Tenemos un empleo razonable, la tasa de paro está reduciéndose, el PIB está creciendo, tenemos una inflación que está más o menos contenida, tenemos unos tipos de interés que están a la baja con anuncios del Banco Central Europeo de que va a haber todavía más recortes de este tipo… Por lo tanto, el coste financiero de las compraventas va a ser inferior” explica Unsain. “Todo eso nos haría pensar que el análisis sería que el año 2024 será un buen año”..
En el corto plazo, añade el experto “es muy complicado que en el mercado inmobiliario se puedan apreciar grandes cambios” e incide en la necesidad de reducir la regulación en la gestión del suelo y reducir los plazos burocráticos en España. “Si desde el Gobierno lazaran un mensaje apuntando a que van a incentivar la inversión en promoción inmobiliaria, que van a desregular y que van a mejorar o eliminar la burocracia para la tramitación de los suelos, ayudaría mucho a generar confianza y a eliminar la inseguridad jurídica y a que el dinero volviera a apostar por el inmobiliario” sentencia.
Finalmente, la Sociedad de Tasación confirma que el precio de la vivienda nueva sigue subiendo tras marcar máximos históricos, si bien lo va haciendo a menor ritmo. En su ‘Informe de Tendencias’ de julio, la tasadora estima que el precio medio de los pisos nuevos registrará otro máximo al cierre de este año en los 2.979 euros por metro cuadrado, lo que implicará un alza del 3,8% en relación al ejercicio previo. Si bien Barcelona (5.262 euros por metro cuadrado) y Madrid (4.493 euros) siguen siendo las capitales con el importe medio más elevado, los mayores aumentos de precios se detectan en las ubicaciones con una fuerte demanda extranjera y una importante demanda de segunda residencia, como son Málaga (que registra un alza de precios del 6,5%) y Palma de Mallorca (+5,7%).
Así, la producción de vivienda nueva se concentra en cinco provincias que acumulan el 43% de la oferta. Son Madrid, Barcelona, Málaga, Sevilla y Alicante. Al mismo tiempo, el 59% de la obra nueva se concentra en diez de las 50 provincias, sumándose a las anteriores Valencia, Islas Baleares, Navarra, Murcia y Cádiz. El 40% restante está muy diversificado, puesto que incluye provincias que producen menos de 2.000 viviendas al año.
En concreto, capitales como Madrid y Barcelona registran una fuerte polarización en el precio de la vivienda nueva, dado que se llegan a registrar diferencias de hasta 4.000 euros por metro cuadrado entre sus distritos. En la capital el unitario oscila entre los 7.628 euros por metro cuadrado del Barrio Salamanca y los 2.728 euros de Vicálvaro. En el caso de la Ciudad Condal, el precio medio más elevado se da en el distrito de Sant Gervasi (8.094 euros), mientras que el menor se ubica en Nou Barris (3.810 euros).
Por otra parte, los expertos de la firma contemplan que se produzca una reactivación de las operaciones y de la actividad hipotecaria a lo largo del segundo semestre del año, cuando prevén además que se produzca una segunda rebaja de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE), tras el recorte anunciado en junio. Consideran que el ciclo inmobiliario podría haber alcanzado un nuevo «punto de inflexión» a cierre del año pasado, y destacan que la reducción tanto de las compraventas de vivienda como de los créditos de nueva concesión para su adquisición se han atenuado ligeramente entre enero y abril, de acuerdo con las últimas estadísticas disponibles.
Quintana, tesorero en la Asociación de Inmobiliarios de Cataluña (AIC) reconoce que estos “son datos muy sorprendentes”. El experto reflexiona que “llevábamos todo el año, a excepción de marzo, con transacciones por encima de las 50.000 mensuales y caemos en mayo a 44.000, con un descenso interanual por encima del 20%. Esto resulta sorprendente porque no parece coincidir con lo que estamos viendo en el mercado real”. Quintana señala que “aunque estamos ya a mediados de julio y contamos con información más actualizada que los datos del INE, seguimos observando un mercado muy dinámico, con un volumen importante de interesados y transacciones, precios al alza, y una clara reducción en la oferta. La demanda, cuando encuentra algo que le interesa, cierra las operaciones con muchas menos ofertas y reducciones de precio de las que se veían antes”.