Sin embargo, pese a la cercanía del presidente de CEIM, Miguel Garrido, a Antonio Garamendi, la patronal madrileña aún no ha dado el paso, ya que según trasladan fuentes empresariales a elEconomista.es las posiciones están divididas en la cúpula de la organización empresarial.
La intención de CEIM era cerrar el texto el pasado lunes, día en el que estaba convocada la Junta Directiva de la organización. No obstante, poco antes tuvo lugar una reunión del círculo más estrecho del presidente de CEIM, integrado por los vicepresidentes, en la que participaron los dos candidatos y se decidió retrasar el comunicado para dejar la decisión en manos del órgano directivo, ante la falta de unanimidad dentro del grupo.
Desde la patronal madrileña explican que en la reunión posterior de la Junta se explicó el proceso electoral de Cepyme pero no se entró a valorar a cada uno de los candidatos, a la espera de conocer sus programas. De hecho, la cúpula de la patronal concluyó que lo mejor era que tanto De Miguel como Cuerva tuvieran la oportunidad de explicarse en este foro antes de tomar partido, según trasladan fuentes empresariales presentes en estas conversaciones.
Si bien, distintas fuentes empresariales trasladan que el líder de CEOE está buscando que se hagan estos gestos públicos cuanto antes. Por ello, Garrido estaría valorando emitir un posicionamiento a favor de la candidata de Garamendi sin someterlo a votación en la Junta Directiva, en la que podría encontrar trabas para emitir un comunicado de apoyo. Dentro de la organización tienen peso los empresarios que se muestran a favor del liderazgo del empresario granadino, que en los últimos meses ha confrontado con el Gobierno de Pedro Sánchez y ha contado con el respaldo de Díaz Ayuso, que estuvo presente en la lectura del manifiesto que CEOE señala como punto de inflexión de su relación con Cuerva.
No obstante, también integra a muchos afines al modelo de unidad que trata de impulsar Garamendi con la actual presidenta de CEOE Valladolid. Garrido, que también es vicepresidente de la gran patronal, ha encabezado la defensa de que los cambios impulsados por la dirección de Cepyme en el sistema de voto –y que han dejado congelados de momento– eran «ilegales» por vulnerar los estatutos de la organización y formaba parte del grupo que amenazó con impugnarlo.
Desde la patronal madrileña aseguran que todavía están valorando internamente su posición, aunque todo apunta a que se hará pública en los próximos días. Este se sumará a un listado de comunicados y declaraciones emitidos en las últimas semanas. Tras la organización de Castilla y León de la que De Miguel es vicepresidenta, la patronal valenciana CEV fue la primera en trasladar su apoyo a la candidata de Garamendi, tras lo que la riojana CER, la gallega CEG y por último la catalana Foment del Treball también se decantaron por ella. En cambio, la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) no se ha posicionado en firme, aunque su presidente si detalló que el elegido esté «en plena sintonía con CEOE».
El Comité Ejecutivo y la Junta Directiva de Cepyme acordaron en sus reuniones de la semana pasada que la votación se producirá el 20 de mayo sin limitación a las delegaciones de voto. El sistema de elección suscitó una división interna en la organización de las pequeñas y medianas empresas, después de que Cuerva impulsara en la Junta una limitación a las delegaciones de la que se había mostrado en contra el Comité unos minutos antes. Finalmente, el presidente de la patronal propuso hacer una excepción en las elecciones y revisarlo después.