El dato mejora en cuatro décimas la previsión del Gobierno, que, según reflejó en el Plan Presupuestario, estimaba que la ratio se situaría en el 108,1% del PIB. No obstante, la cifra representa un crecimiento del saldo de deuda del 4,7% en términos interanuales al haberse incrementado en 70.955 millones de euros en el último año.
En cuanto a la evolución de la deuda de los distintos subsectores, el saldo del conjunto de la administración central se elevó a 1,434 billones de euros en diciembre de 2023, lo que representa el 98,1% del PIB. El crecimiento en términos interanuales fue del 5,5%.
Por lo que respecta a las administraciones territoriales, la deuda de las CCAA creció hasta los 325.000 millones de euros, un 22,2% del PIB, con un aumento interanual del 2,6%, mientras que la deuda de los ayuntamientos se situó en 23.000 millones de euros, lo que representa un 1,6% del PIB y supone un 1,2% más que el saldo registrado un año antes. Mientras, el saldo de deuda de la Seguridad Social se situó en 11.000 millones de euros, un 7,9% del PIB, con un crecimiento interanual del 9,4%.
En cuanto a la evolución de la deuda por instrumentos y plazos, la deuda materializada en valores a largo plazo experimentó un crecimiento interanual del 6,1%, mientras que los préstamos a más de un año se redujeron en el 6,2% con respecto a diciembre de 2022. Por su parte, el incremento interanual en el cuarto trimestre de 2023 de los instrumentos a corto plazo fue del 7%.
Atendiendo a la distribución del saldo según este desglose de instrumentos, en diciembre de 2023 la deuda se encontraba materializada principalmente en pasivos a largo plazo, al representar un 94,8% del total, siendo especialmente significativo el peso de los valores a largo plazo con un 84,3%, mientras que el porcentaje de la deuda a corto plazo era de un 5,2%.