Es el peor ritmo de crecimiento en cinco trimestres, al fallar los esfuerzos llevados a cabo por el Gobierno para dinamizar el consumo de las familias y consolidar la inversión hacia sectores alternativos al inmobiliario. El crecimiento registrado este trimestre se ha situado por debajo de la previsión del consenso de analistas (5,0%) y de la previsión de CaixaBank Research (4,8%).
Dato
El PIB de China creció un 4,7% interanual en el 2T 2024. Este crecimiento es inferior a lo esperado por el consenso de analistas (5,1%) y a lo registrado en el trimestre anterior (5,3%). Con todo, la primera mitad del año muestra un relativo dinamismo de la economía china, que debería poder registrar un crecimiento cercano al objetivo oficial del 5%. En términos intertrimestrales, el PIB registró un crecimiento del 0,7% (vs. 1,5% en el 1T 2024, revisado 1 décima a la baja), un ritmo de crecimiento que vino explicado en gran medida por la menor aportación del consumo privado y de la inversión en el sector inmobiliario.Los indicadores de actividad dan algunos matices detrás de la cifra de crecimiento del 2T. Si bien la producción industrial ha registrado un buen avance (+5,9% interanual en el 2T, vs. 5,8% en el 1T), las ventas minoristas muestran un consumo interno desacelerándose (+2,6% interanual en el 2T vs. +4,7% en el 1T) y una inversión aún dinámica, pero también enfriándose con una expansión de la inversión fija del 3,9% en el acumulado de la primera mitad del año (vs. 4,5% en el 1T).
Valoración
El PIB de China creció un 0,7% en el 2T 2024 respecto al 1T, frente a un crecimiento intertrimestral del 1,5% en el 1T, revisado a la baja desde el 1,6% inicial. Por su parte, la tasa interanual se desaceleró al 4,7% (vs. 5,3% anterior). Es el peor ritmo de crecimiento en cinco trimestres, al fallar los esfuerzos llevados a cabo por el Gobierno para dinamizar el consumo de las familias y consolidar la inversión hacia sectores alternativos al inmobiliario. El crecimiento registrado este trimestre se ha situado por debajo de la previsión del consenso de analistas (5,0% según Bloomberg) y de la previsión de CaixaBank Research (4,8%). Los indicadores de actividad reflejan un 2T con dos caras. Por un lado, la producción industrial se expandió un 5,3% interanual en junio (vs. un 5,6% el mes anterior y un 5,8% en el 1T), lo que demuestra que, a pesar de la debilidad reciente de la demanda global, la industria china sigue siendo capaz de crecer. Aun así, las señales de sobrecapacidad en algunos sectores seguirán presionando a la baja los precios de producción y añadiendo riesgos al crecimiento de China, lo que se suma a las crecientes dificultades de absorción de los productos chinos en el mercado global y al malestar entre sus socios comerciales, tanto en economías avanzadas como emergentes. Por su parte, la inversión ha vuelto a la senda de desaceleración observada a lo largo de 2023. Tras una aceleración del 4,5%, en términos anuales, en el 1T (frente al +3,0% en 2023), aupada por la inversión en infraestructuras y la inversión industrial, la inversión en zonas urbanas se ralentizó hasta el 3,9% en el conjunto del primer semestre, en gran medida como resultado del descenso de la inversión inmobiliaria (‒10,1% en el primer semestre).Por otro lado, las ventas minoristas crecieron un 2,0% interanual en junio (vs. un 3,7% el mes anterior y un 4,7% en el 1T), mostrando señales de debilidad y el deterioro de la confianza de los consumidores.
Los datos de PIB publicados hoy muestran también una imagen algo más positiva que nuestro indicador de actividad, a partir del cual analizamos la evolución de la economía china utilizando datos de alta frecuencia –como la producción eléctrica, las ventas de coches o el tráfico de mercancías–. El índice de actividad sugería una desaceleración mayor del ritmo de crecimiento interanual con respecto al trimestre anterior (crecimiento del 2,6% en el 2T vs. 3,3% en el 1T), mientras que el crecimiento se mantuvo en términos interanuales en niveles más elevados (4,7% en el 2T vs. 5,3% anterior). La razón la encontramos en un mayor deterioro de las ventas de vehículos eléctricos, que habrían crecido entre abril y junio tan solo un 25% del total del 1T, y el encarecimiento de los costes de transporte ferroviario, que se duplicaron en el 2T.
De cara a los próximos meses, esperamos que el crecimiento económico recupere algo de impulso. De una parte, la puesta en marcha de las medidas de estímulo fiscal anunciadas por las autoridades debería ayudar a mejorar la confianza de los consumidores e impulsar la recuperación de las ventas minoristas. De otra, esperamos que la fortaleza de las exportaciones, que crecieron un 8,6% interanual en junio, se mantenga los próximos trimestres, a pesar del aumento de los aranceles de EE. UU. y la UE, en tanto que los precios industriales sigan mostrándose a la baja. Adicionalmente, en el terreno inmobiliario, las medidas de apoyo fiscales y crediticias, poco a poco, parece que están ayudando a estabilizar la actividad del sector de la construcción y del residencial. Con el comienzo de la celebración del Tercer Plenario del Partido Comunista Chino (15-18 de julio) se espera que se establezcan los pilares sobre los que asentar la estrategia del crecimiento económico para los próximos cinco años. Se prevé que se discutan aspectos relativos a la debilidad del sector inmobiliario, a las barreras arancelarias entre socios comerciales y al uso de nuevas tecnologías, entre otros. Por último, a lo largo de este año, se espera que la política monetaria siga teniendo un papel limitado, teniendo en cuenta la reciente depreciación del yuan (casi del 2% desde comienzos de año). Pese a que el dato del 2T 2024 publicado es menor de lo esperado, consideramos que la debilidad no debería prolongarse de forma acusada, y mantenemos nuestra previsión de crecimiento de la economía china para 2024.