La inflación subyacente de junio en Estados Unidos se sitúa ligeramente por debajo de lo esperado, con un aumento del +0,2 % mensual frente al +0,3 % previsto por el consenso. Se observan signos de presión sobre los precios atribuibles a la introducción de los aranceles, con los productos básicos, en particular el sector del mobiliario doméstico, que contribuyeron en aproximadamente 0,05 puntos porcentuales al aumento mensual del PCE subyacente. Sin embargo, el impacto global parece, por el momento, más contenido que las estimaciones más pesimistas.
Los datos de julio proporcionarán indicaciones más claras sobre la evolución de los precios de los bienes. Mientras tanto, continúa el enfriamiento progresivo de los precios de la vivienda, que aumentaron un +0,2 % en el mes, con una contribución al núcleo de la inflación mensual del 0,08 %, el más bajo desde febrero de 2021. El escenario inflacionista actual es coherente con nuestra visión: la desaceleración del componente relativo a la vivienda sigue contrarrestando las presiones al alza sobre los bienes, manteniendo la cifra básica global bajo control. De cara al futuro, a medida que se atenúen los efectos relacionados con las nuevas tarifas, la inflación subyacente podría continuar su trayectoria hacia el objetivo del 2 %, con la posibilidad de descender ligeramente por debajo de ese umbral.
En este contexto, la Fed dispone de margen de maniobra. Con una tasa de desempleo del 4,1 %, los responsables políticos pueden permitirse esperar hasta septiembre antes de revisar la política monetaria. Sin embargo, sigue existiendo el riesgo de que el FOMCl vuelva a llegar tarde. Confirmamos nuestra previsión de tres recortes de tipos antes de finales de año, por un total de 75 puntos básicos, repartidos entre las reuniones de septiembre, noviembre y diciembre