Tal y como se esperaba, la Reserva Federal mantuvo los tipos de interés en el intervalo de 5,25%-5,50% y no anunció cambios en el programa de reducción del balance. El cambio significativo vino en la orientación a futuro. Powell reconoció explícitamente que, de mantenerse los buenos datos de inflación del segundo trimestre por unos meses adicionales, y de continuar el progresivo enfriamiento del mercado laboral, un recorte de los tipos de interés “podría estar sobre la mesa” tan pronto como en septiembre. Tras la reunión, los mercados pasaron de descontar dos bajadas de tipos de interés en septiembre y diciembre, a esperar ahora un total de tres, sumando una en noviembre.
La valoración del escenario económico por parte de la Fed siguió siendo bastante positiva. Powell resaltó que la economía continúa expandiéndose a un ritmo sólido, y destacó la fortaleza de la demanda interna respaldada por un crecimiento sólido del consumo y de la inversión. Sobre el mercado laboral, Powell remarcó que las condiciones actuales han regresado a donde estaban justo antes de la pandemia: fuertes, pero no sobrecalentadas. Así, celebró que los desequilibrios entre oferta y demanda de empleo se hayan normalizado y remarcó que, pese al ligero incremento de la tasa de paro, ésta se mantiene en niveles bajos. Powell destacó que el enfriamiento del mercado laboral, de momento, no preocupa a la Fed. Consideran que está más relacionado con la normalización de las sobrecalentadas condiciones del mercado laboral, que con una incipiente debilidad de la actividad económica. Respecto a la inflación, el tono de la Fed fue más positivo que en las reuniones anteriores.
Así, pasó de calificarla como “elevada” a “algo elevada” y aplaudió el buen progreso de las lecturas más recientes hacia el objetivo del 2% que, remarcó, han aumentado la confianza de la Fed. Asimismo, valoró positivamente el hecho de que la moderación reciente de la inflación ha incluido las partidas de servicios, lo que hace que la reciente desinflación sea de “mejor calidad” que la observada en la segunda mitad del año pasado, que incluyó principalmente a los bienes.
Dando una visión del panorama general, la Fed consideró que los riesgos para alcanzar sus dos mandatos, máximo empleo y estabilidad de precios, han seguido moviéndose hacia un mejor equilibrio, y el FOCM se mantiene atento a los riesgos en ambos lados de su doble mandato. Es destacable este punto, porque anteriormente la Fed afirmaba de manera explícita que su atención estaba puesta principalmente en los riesgos sobre la inflación.
En este contexto, la Fed mantuvo el intervalo objetivo para el tipo de interés de los fed funds en el 5,25%-5,50%. Powell confirmó que la sensación general del FOCM es que la economía se está acercando al punto en el cual sería apropiado reducir los tipos de interés. Indicó que las decisiones dependerán de la totalidad de los datos, y no de un solo punto. De esa manera, Powell abrió la puerta a un recorte en septiembre, aunque en el camino algún dato pueda mostrar alguna mínima desviación de lo esperado. Lo que quiere ver la Fed es que el camino sea sostenible. Powell evitó comprometerse a una senda de bajadas posterior al primer recorte, y enfatizó que las decisiones se harán “reunión a reunión” en función de la totalidad de los datos, y la valoración del panorama y los riesgos.También reconoció que se discutió la posibilidad de bajar los tipos en esta reunión de julio, pero que el consenso general del FOMC fue de esperar más meses de buenos datos para ganar aún más confianza en que el proceso de desinflación es sostenible. Apremió el buen dinamismo económico y la fortaleza del mercado laboral a poder esperar unos meses más antes de mover ficha.
Reacción de los mercados
Los mercados financieros reforzaron su ya elevada confianza en un primer recorte de tipos en septiembre, y elevaron la probabilidad hasta un 90% de que la Fed acometa tres bajadas frente a las dos previamente descontadas, en el conjunto de 2024. Junto con ellos, las rentabilidades de los treasuries cayeron más de 10 p. b. tras el comunicado. Por su parte, la renta variable subió con fuerza (S&P 500 +1,5% y Nasdaq +2,5% al cierre del día), revirtiendo parte de las caídas de las sesiones previas en las que las dudas sobre la monetización de la IA lastraron el sentimiento inversor. El dólar se mantuvo estable frente a sus principales pares, cotizando en su cruce ante el euro alrededor de 1,08USD.