La inflación estadounidense ha estado muy por encima de los objetivos de la Fed durante los últimos cinco años y sigue moviéndose lentamente al alza. Sin embargo, siguen acumulándose los indicios de una desaceleración en el mercado laboral, lo cual está ejerciendo presión sobre la Fed para que recorte los tipos. Las bolsas estadounidenses siguen alcanzando nuevos máximos históricos, lo cual resulta algo incongruente, y el dólar se mantiene a flote, quizás porque el resto de divisas del G10 están sufriendo sus propios problemas, como el estancamiento persistente en Europa y una estanflación aún peor en el Reino Unido. El principal beneficiario está siendo el oro, que ha subido un 40 % frente al dólar estadounidense en lo que va de año.
Esta semana, la atención se centrará en la reunión de la Reserva Federal, en la que se espera que se produzca la primera bajada de tipos de interés de este año. No esperamos una bajada agresiva de 50 puntos básicos, ya que esto podría generar pánico y provocar caídas muy fuertes en los mercados financieros. Las ventas minoristas estadounidenses de agosto, que se publicarán el martes, y las solicitudes semanales de subsidio por desempleo, que se publicarán el jueves, arrojarán más luz sobre el alcance de la desaceleración económica estadounidense. Una semana tranquila en la zona euro contrasta con la avalancha de datos que se publicarán en el Reino Unido relacionados con el empleo (el martes) y la inflación (el miércoles) .
GBP
La gran cantidad de datos que se publicarán esta semana contribuirá en gran medida a aclarar la situación de la economía británica. Esperamos que los datos de empleo y de la inflación confirmen que el Reino Unido se encuentra en medio de un proceso de estanflación, con una inflación muy por encima de los objetivos del Banco de Inglaterra y una ralentización persistente en el mercado laboral. Por otro lado, la caídas en el mercado de bonos del Estado parecen haber remitido y los rendimientos se han estabilizado, aunque la confianza entre los inversores sigue siendo frágil y otro fiasco del Partido Laborista, como su reciente incapacidad de llevar a cabo modestos recortes en el gasto público, probablemente provocaría nuevas subidas en los rendimientos de los bonos.
Mientras tanto, el Banco de Inglaterra mantendrá los tipos sin cambios el jueves, ya que sigue dando más importancia a la inflación que al enfriamiento del mercado laboral británico. Esperamos una votación de 7 a 2 y una orientación futura por parte del banco que frene las expectativas de recortes para el resto del año.
EUR
La reunión de septiembre del BCE no tuvo mucha trascendencia, tal y como esperaban la mayoría de los participantes del mercado. La rueda de prensa de Lagarde fue bastante hawkish, ya que afirmó que el banco no estaba demasiado preocupado por la inflación y consideran que la política está en una «buena posición». Salvo que ocurra algo realmente extraordinario, creemos que el ciclo de recortes ha terminado. De hecho, los mercados de swaps ya no prevén más recortes.
No obstante, el cierre de la brecha de tipos de interés con Estados Unidos (algo positivo para la moneda común) se ve ahora contrarrestado por las preocupaciones sobre la situación fiscal francesa. Al igual que en el Reino Unido, parece políticamente imposible realizar recortes, por modestos que sean, y el déficit fiscal francés es el peor de la zona euro. Los ya altísimos niveles de los impuestos dificultan cerrar la brecha restante mediante este instrumento. La rebaja de la calificación soberana de Francia por parte de Fitch durante el fin de semana pone de relieve el problema. Esta semana será más tranquila para la zona euro, por lo que el euro cotizará en función de los acontecimientos que se produzcan en otros mercados.
USD
La reunión de esta semana de la Reserva Federal será crucial, y no solo desde el punto de vista de la política monetaria. No está claro si la gobernadora Cook podrá participar, ya que sigue enfrentada a Trump en los tribunales por su intento de despido. Pero toda la atención se centrará en qué aspecto de la estanflación decide abordar el presidente Powell: la desaceleración del mercado laboral (un problema más urgente después de que la Oficina de Estadísticas Laborales revelara que había sobrestimado enormemente el aumento del empleo) o una tasa de inflación que sigue estando claramente por encima del objetivo.
Las recientes declaraciones del presidente Powell sugieren que centrará su atención en el mandato de maximización del empleo. Es probable que modere su optimismo sobre el mercado laboral, al tiempo que insista en que cualquier aumento de la inflación inducido por los aranceles será temporal. Creemos que la Fed sentará las bases para otra reducción de tipos en la próxima reunión de octubre. También podríamos ver una revisión a la baja bastante significativa en el gráfico de puntos, lo que situaría el punto medio de 2026 mucho más en línea con las expectativas del mercado.