Así, aunque limitado por el deterioro de la coyuntura económica y la desaceleración del ritmo de crecimiento del gasto de las familias, especialmente en el último trimestre de 2022, el mercado siguió mostrando un notable dinamismo. Tras crecer un 13,7% en 2021, se estima que en 2022 contabilizó una tasa de variación del 18,1%, que permitió alcanzar los 490 millones de euros.
El mercado continuará aumentando durante el bienio 2023-2024, aunque con una progresiva moderación en su ritmo de crecimiento. Las previsiones apuntan a una variación del 8-9% anual, lo que permitirá recuperar el máximo de 575 millones de euros que se había alcanzado en 2019.
Algunos ayuntamientos han recuperado en los últimos años la gestión de centros deportivos municipales que se encontraba externalizada, si bien continúa aumentando el número de instalaciones explotadas por empresas privadas, que se sitúa en torno a las 1.500. El sector sigue caracterizándose por el predominio de empresas de pequeño tamaño, que gestionan un reducido número de centros y que se encuentran muy concentradas en una única zona geográfica. Sin embargo, cinco operadores cuentan con 20 o más instalaciones públicas, mientras que ocho superan los 15 centros. En los últimos años ha ido aumentando la presencia de grupos de cierta dimensión, tradicionalmente centrados en la explotación de gimnasios privados. Paralelamente, algunas compañías procedentes del ámbito de la gestión de instalaciones públicas han ido abriendo centros propios.
A corto y medio plazo las empresas del sector seguirán inmersas en un proceso de concentración de la oferta. Se prevén nuevas operaciones de compra de empresas por parte de los principales grupos, que también captarán buena parte de los nuevos contratos licitados por los distintos ayuntamientos.