En ambos trata de situaciones humanas que tienen que ver con el carácter y las peculiaridades de personalidad de sus personajes en los que penetra con profundidad. En La Herencia sigue la misma tónica.
La historia aparentemente es muy sencilla, un matrimonio, Erling y Evy tienen tres hijos y por todas las señas parece que viven un ambiente familiar grato, después de muchos años de casados y con los hijos ya mayores y casados dos de ellos. Erling que se ha retirado de su profesión hace algún año y que está muy concienciado con los problemas ecológicos, sale en bicicleta y sufre una caída mortal. A partir de ese momento Evy tiene que hacerse cargo de todo, enfrentarse al duelo y a la soledad y ocuparse de todos los negocios familiares, aunque los hijos pretenden asumir sus decisiones, pero ella no les deja.
Poco a poco se va tejiendo una tensión creciente entre la madre y los hijos y se descubren veladamente algunos detalles que ponen de manifiesto que Erling tenía razón cuando le dijo a Evy una mañana que alguien quería su muerte y que iba a desvelar el nombre, después de arreglar algunos asuntos importantes. Ese día murió.
En la novela se van dando saltos del pasado al presente, siempre con referencia al día de la muerte, pero no dificultan el seguimiento del relato y su comprensión, y hasta algunas veces se repiten algunos detalles que ayudan a no perder el hilo.
Evy tiene una dependencia que se va descubriendo poco a poco, y aunque ha sido una mujer entregada totalmente a la familia y a sus hijos, tiene que tener mucho tacto con ellos. Aparece Edvard, un antiguo amigo de su marido y de su hermano y con él va a poder confiar y descansar para descubrir una trama en la que su vida también está en peligro.
La tensión psicológica del relato tiene una gran fuerza y atractivo y lleva al lector a seguirlo con intensidad y con gusto, y la lógica de las situaciones es contundente y creíble. Se va a alternar el amor de una madre con la malicia humana que no tiene límites cuando se ven los hechos egoístamente. Hasta el final, pero sin saltos, no se llega a la solución.
Se pueden descubrir en ella algunos valores, como la fidelidad, la importancia de la maternidad para la familia y la amistad.
La herencia
Helene Flood
Planeta (2024)