Esta cifra se extrae de un estudio elaborado por la consultora Deloitte para la CEE en el marco de la Memoria de Actividades de la Iglesia del año 2023, presentada este martes 10 de diciembre. Sobre este informe que cada año elabora la oficina de Transparencia de la Iglesia, el portavoz de los obispos César García Magán, ha destacado que detrás de cada número «hay una persona y hay vida, de los voluntarios, los consagrados y sacerdotes, pero también de todos los que son destinatarios».
Por otro lado, ha afirmado que esta memoria representa «un compromiso que queremos tener con los miembros del pueblo de Dios». Sobre esto mismo, la directora de la oficina de Transparencia de la CEE, Ester Martín, ha especificado que cuantificar la presencia de la Iglesia «es fruto del compromiso con el Estado en el marco de la colaboración que parte de la asignación tributaria». Martín ha explicado que la memoria se divide en tres partes fundamentales, que se corresponden con la vida de la Iglesia: anunciar la fe, celebrar la fe y vivir la fe. Además, se recogen también en el documento los datos de la asignación tributaria y la economía diocesana.
Esta memoria presenta la información sobre la que se tienen datos contrastables: 330 indicadores que permiten mostrar una radiografía de la Iglesia en España, que se articula y hace presente en 69 diócesis territoriales y en la diócesis castrense. Así, según las cifras la Iglesia española está formada por millones de laicos organizados en 80 asociaciones y movimientos, 81.080 catequistas; 36.686 profesores de Religión; 32.531 religiosos/as; 7.664 monjes/as de clausura; 9.932 misioneros; 957 seminaristas; 587 diáconos permanentes; 15.285 sacerdotes; y 119 obispos.
Los sacerdotes dedicaron más de 26.962.740 horas en su labor en las parroquias. A través de la actividad pastoral, se encargan de acompañar a los fieles en los momentos esenciales de su vida. Una labor que se intensifica en el ámbito rural, donde se ubican la mayoría de parroquias de nuestro país (11.437 parroquias rurales). En cuanto a la labor educativa de la Iglesia, 1.498.182 alumnos estudian en los 2.536 centros educativos católicos, que cuentan con 135.311 trabajadores. Estos centros suponen un ahorro de 4.604 millones de euros al Estado. En la asignatura de Religión están inscritos 2.940.793 alumnos. En el curso 2022-23, hay 8.503 universitarios de grado más (122.701 en total) en las 17 universidades de orientación católica, donde estudian el 58% de los alumnos de grado de universidades privadas presenciales.
En 2023, acudieron regularmente a misa 8,5 millones de personas y se celebraron 9,5 millones de eucaristías en las 22.921 parroquias, 87 catedrales o 639 santuarios. Por todo el territorio nacional y también fuera de él, sacerdotes, consagrados/as y seglares dedicaron 40.067.061 horas a la actividad celebrativa de la Iglesia. Por su parte, en cuanto a los sacramentos han subido los bautizos (159.426) y las confirmaciones (107.300) , pero han descendido los matrimonios (33.500) y las unciones de enfermos (26.120).
Además del ahorro para el Estado español que supone la educación católica, este año como novedad se ha incluido en la memoria un estudio de Deloitte que cuantifica el impacto total de la actividad de los principales agentes sobre el PIB. Este ha sido datado en 2.375 millones de euros, es decir, que por cada euro de gasto en sus actividades, se generan 1,65 € en la economía española. Por otro lado, el gasto de la actividad de la iglesia diocesana es de 1.428 millones de euros, 4 veces más en relación a lo aportado por la asignación tributaria (382 millones de euros asignados gracias a la casilla de la X).
Además del impacto económico de la Iglesia en España, la evaluación del impacto socioeconómico de la Iglesia en España elaborado por dicha consultora, destaca su papel como motor de generación de empleo contribuyendo directamente a la creación de más de 52.000 empleos y más de 34.000 indirectos. Una cifra que abarca desde personal educativo y sanitario hasta trabajadores en iniciativas sociales y culturales.