Todos los movimientos fueron modestos, pero llama la atención que, una semana más, la subida de los rendimientos de los bonos del Tesoro a largo plazo de EE.UU. no haya logrado impulsar significativamente al billete verde. Esto sugiere que, al nivel actual, la cotización del dólar ya descuenta un escenario muy positivo para la economía de EE.UU. y rendimientos más altos durante mucho más tiempo. Esto, junto con el posicionamiento de los traders y un consenso en largo cada vez mayor, sugiere que las subidas del dólar pueden ser limitadas a partir de ahora.
Esta semana, la atención se centrará en la reunión del BCE del jueves. No se esperan cambios en la política monetaria, por lo que el foco estará en los comunicados del banco. En el frente macroeconómico, la atención se centrará en los importantes índices PMIs de actividad empresarial que para los países del G3 se publican el martes. Se espera que las lecturas de Europa sean sombrías, en contraste con las de EE.UU., que se espera que sean más sólidas. El viernes se publicará la inflación de los gastos de consumo personal (PCE, por sus siglas en inglés) en EE.UU., el indicador preferido de la Reserva Federal. Los operadores también seguirán de cerca la evolución de la situación en Israel, aunque el impacto de la crisis en los mercados en general, y en las divisas en particular, ha sido hasta ahora muy limitado.
EUR
La estabilización de los datos macroeconómicos chinos debería haber proporcionado un telón de fondo positivo para la moneda común, pero la crisis de Oriente Medio puede ser otro varapalo para el crecimiento, principalmente debido a la subida de los precios de la energía.
El BCE tiene que sortear estos riesgos de estanflación, y esperamos que la institución mantenga su política monetaria sin cambios en su reunión de este jueves. Su presidenta, Christine Lagarde, tendrá que andar con pies de plomo, ya que los riesgos para el crecimiento han aumentado sustancialmente, pero la inflación subyacente sigue siendo obstinadamente alta y su tendencia a la baja muy tímida.
USD
La economía estadounidense se sigue encogiendo de hombros ante el incesante aumento de los tipos de interés. A pesar de que los rendimientos de los bonos del Tesoro se sitúan por encima del 5% y los tipos hipotecarios por encima del 8%, los datos económicos siguen sorprendiendo al alza la mayoría de las veces.
Se espera que la cifra de crecimiento trimestral del PIB, que se conocerá este jueves, se sitúe por encima del 4% en términos anualizados, lo que es coherente con un crecimiento nominal del PIB de en torno al 8%. La brecha con las economías del otro lado del Atlántico no podría ser más marcada, y la cuestión es hasta qué punto esta brecha se refleja ya tanto en los altos niveles del dólar como en el consenso del mercado sobre una mayor apreciación de la divisa.
GBP
Unas cifras de inflación superiores a las esperadas y unas ventas minoristas débiles en septiembre fueron noticias poco gratas para el Banco de Inglaterra la semana pasada. Una inflación subyacente obstinadamente alta y una cierta pérdida de impulso económico son coherentes con la estanflación, mientras que los aumentos salariales muy elevados aumentan el riesgo de efectos de segunda ronda y de una congelación de las expectativas de inflación en los altos niveles actuales.
Aunque la libra cotiza a niveles de valoración innegablemente atractivos, los mensajes moderados del Banco de Inglaterra y su reticencia a subir los tipos de interés pueden retrasar cualquier subida sostenida a corto plazo.