No obstante, las empresas destacan que las ventas y los nuevos pedidos descendieron en septiembre debido a «una incertidumbre generalizada en el mercado y a los altos precios», lo que ha mantenido la actividad en terreno negativo. Desde S&P aseguran que esta situación ha llevado a las compañías a reducir los niveles de personal en sus plantas productivas por tercera vez en los últimos cuatro meses, a un ritmo «intenso» y «el más marcado desde octubre de 2022», teniendo en cuenta que «las cargas de trabajo siguieron decreciendo» y se han vuelto a reducir los pedidos pendientes. Respecto a la actividad de compra, se redujo por sexto mes consecutivo y lo hizo «con intensidad», mientras que los precios de los insumos volvieron a bajar en septiembre por «la escasez de demanda y la intensa competencia entre los proveedores».
Preguntados por el futuro, las expectativas se mantuvieron en territorio positivo por undécimo mes consecutivo, pero en septiembre se redujeron ligeramente frente a las de agosto y permanecieron por debajo de la tendencia histórica. El economista jefe de Hamburg Commercial Bank, Cyrus de la Rubia, considera que estos datos confirman su percepción de que «la desaceleración manufacturera global está por tocar fondo».
En este sentido, insiste en que «la producción del sector manufacturero español volvió a disminuir en septiembre», pero «no con tanta velocidad» debido a «la resiliencia de las firmas, especialmente frente al hecho de que sus principales socios de exportación (Francia, Alemania e Italia) están atravesando algunos obstáculos».