Teniendo en cuenta los principales componentes de la inflación de la zona euro, los alimentos, el alcohol y el tabaco registraron la tasa anual más alta en marzo (15,5%, frente al 15% de febrero), seguida de los bienes industriales no energéticos (6,6%, frente al 6,8% en febrero), servicios (5,1%, frente al 4,8% de febrero). En cambio, la inflación de la energía cayó un -0,9% frente a la subida del 13,7% registrado en febrero.
Cabe señalar también que la inflación de la Unión Europea en su conjunto se redujo hasta el 8,3% en marzo desde el 9,9% alcanzado en febrero. Con todo, el aumento es de cinco décimas porcentuales respecto al dato de marzo de 2022 (7,8%).
Estos datos refrendan que la tasa de inflación general se ha desacelerado por quinto mes consecutivo. En cambio, la subyacente, que excluye del cálculo el impacto de la energía, lo alimentos frescos, el alcohol y el tabaco, sigue subiendo y ha alcanzado el nivel más alto de toda la serie histórica.
Por países, las tasas de inflación más bajas se registraron en Luxemburgo (2,9%), España (3,1%) y Países Bajos (4,5%). En el lado contrario de la balanza, las tasas anuales más altas se registraron en Hungría (25,6%), Letonia (17,2%) y República Checa (16,5%). Además, en comparación con febrero, la inflación anual bajó en veinticinco Estados miembros y subió en dos.