Si algo ha podido constatar Sánchez de sus reuniones con los portavoces de los grupos es que la izquierda parlamentaria rechaza el aumento del gasto en defensa. Uno a uno, todos los socios más a la izquierda del PSOE han trasladado al presidente del Gobierno no solo que no comparten esta política, también que es un «error apostar por estas tesis belicistas en este momento». Otra cuestión en la que han coincidido los socios es que, después de la reunión, tienen la sensación de que el Ejecutivo no quiere someter este paso a una votación en el Congreso donde los aliados más a la izquierda ya han confirmado que lo rechazarían con un no en caso de someterse al escrutinio de la Cámara.
Rufián fue el primer portavoz de los socios más a la izquierda que entró en el Palacio de La Moncloa. El portavoz de ERC en el Congreso trasladó al presidente del Gobierno que «no estaban de acuerdo con la guerra». Matizando que «tienen claro que la guerra está aquí y que hay que ser responsables e ir más allá de la pancarta», para concluir: «Quizás no hay que gastar más, sino mejor».
Tras Rufián, fue la portavoz de Junts, Miriam Nogueras, la que compareció ante los medios y apenas dio detalles de su encuentro con Pedro Sánchez y se limitó a confirmar «había sido un encuentro informativo» esperando más detalles y más concreción sobre las intenciones del Gobierno sobre cómo articular este gasto en defensa.
En la misma línea que el republicano, se ha mostrado Bildu. Era la primera vez que un dirigente de la izquierda abertzale visitaba la Palacio de la Moncloa y, tras encontrarse Sánchez con Mertxe Aizpurua, fuentes de la formación independentistas confirman que abogan por «la diplomacia, la negociación y el acuerdo como mejor fórmula para garantizar la paz», sin concretar esta vez si apoyarían o no una hipotética votación en el Congreso; algo que ya habían rechazado en los últimos días.
Tan solo Aitor Esteban, quien sí reconoció que el presidente le había dado detalles sobre cómo proceder a este aumento del gasto en contra de lo afirmado por el resto de portavoces, se posicionó claramente al lado de la política de defensa del Ejecutivo: «No vamos a jugar a hacer política interna. Este es un tema grave que puede decidir el futuro de todos nosotros y que se juega en un marco que trasciende al Estado español”, aseguró con rotundidad. Sin confirmar si el PNV, llegado el caso, apoyaría con su voto un incremento del gasto, el portavoz jeltzale considera que «si Europa quiere ser relevante y mantener un nivel económico e industrial, tiene que reposicionarse y reforzarse prescindiendo de Estados Unidos. La UE ya tenía que haber hecho este trabajo, pero ahora es inevitable”.
Pero la voz más crítica de los socios a la izquierda del PSOE con esta política de defensa fue la de Belarra. La secretaria general de Podemos, que llegó a La Moncloa con una camiseta donde se podía leer «No a la Guerra», reiteró el mensaje que ha dicho en público en los últimos días: rechazo a esta inversión en la materia, rechazo al posible envío de tropas y rechazo a la OTAN. Además, Belarra insiste en que un aumento del gasto militar supondrá un recorte en partidas de gasto social, algo que, según ha confirmado ante los medios, ha trasladado al presidente. Por último, la líder de Podemos ha insistido en la idea de que «es un error catastrófico que podría ser la tumba de este Gobierno».
Néstor Rego, del BNG, ha mantenido una postura parecida a la que Ione Belarra y ha reiterado el rechazo de su formación a este incremento del gasto militar, al tiempo que ha concretado que «Sánchez le ha dicho que probablemente no lleve esto al Congreso para ser votado»
DE esta manera, el único diputado del BNG en el Congreso, Rego, reveló al término de su reunión con Pedro Sánchez en la Moncloa que el presidente del Gobierno le confesó que, «probablemente» no llevará al Congreso el aumento del gasto en Defensa. «Le hice la pregunta y me dijo: ‘Probablemente no’», aseguró. Esto es lo más cerca que ha estado Sánchez de reconocer que no tiene intención de que la Cámara Baja vote ese incremento, como le vienen pidiendo todos los partidos del arco parlamentario. Socios y no.
Hasta la comparecencia de Rego, el resto de los convocados habían hablado de «impresiones», de «sospechas» de que Sánchez quiere esquivar el Congreso. Pero ninguno de ellos dijo tener la confirmación del presidente. Ni Alberto Núñez Feijóo, ni Gabriel Rufián, ni Míriam Nogueras, ni Aitor Esteban, ni Ione Belarra. «Tengo la sospecha de que Sánchez está dispuesto a gobernar regateando al Congreso», afirmó el líder de los populares. «La intención creo que no es ésa (ir al Congreso)», lamentó el portavoz de Esquerra.