Y esta tendencia podría continuar. Así lo creen los expertos de Lazard Asset Management, que se declaran “muy optimistas” respecto a las perspectivas a medio y largo plazo de la renta variable nipona por dos temas clave: la mejora de la gobernanza empresarial, que está impulsando una mayor eficiencia del capital y una mayor rentabilidad para los accionistas, y el paso de la deflación a la inflación. Reconocen que “algunos segmentos del mercado parecen ir por delante de los fundamentales”, pero las valoraciones agregadas siguen pareciéndoles “atractivas”.
Creen que es posible que se produzca un retroceso en una Bolsa que cotiza cerca de niveles récord debido a “una reversión del impulso a corto plazo y, en su opinión, ésta sería una excelente oportunidad para que los inversores revaluaran la ponderación de sus carteras en la renta variable japonesa, teniendo en cuenta “los cambios estructurales extremadamente positivos” que se están produciendo.
Para empezar, el abandono de la política de tipos de interés negativos en marzo por parte del Banco de Japón (BoJ) después de ocho años y a la vista de aumentos salariales en las negociaciones de primavera es “una medida histórica que simboliza el fin de la deflación” en el país asiático. El banco central eliminó su marco de control de la curva de rendimientos y anunció que su tipo de interés a corto plazo será la principal herramienta política: su objetivo es ahora un tipo de interés a corto plazo de entre el 0% y el 0,1%.
En Lazard AM consideran que se trata de un primer paso en la normalización de la política monetaria y esperan otra subida de tipos, y posiblemente dos, antes de finales de año. “En muchos sentidos, el simbolismo del cambio de política -Japón sale por fin de su espiral deflacionista- es más significativo que su impacto económico”.
Cambios con repercusiones en la renta variable y la economía
A medida que Japón ha dejado atrás la deflación, se han empezado a ver cambios en el comportamiento de las empresas y los hogares que demuestran “una mayor disposición a invertir y asumir riesgos”, subrayan en la firma. Desde su punto de vista, estos cambios tendrán importantes repercusiones a largo plazo en el mercado de renta variable y en la economía en general.
Estos expertos refieren operaciones corporativas multimillonarias financiadas con deuda, que muestran que las empresas japonesas “están pensando estratégicamente en cómo hacer crecer sus negocios y que están dispuestas a asumir riesgos”. En diciembre del año pasado, por ejemplo, Nippon Steel anunció la adquisición de US Steel. En enero, Sekisui House adquirió MDC Holdings, un gran constructor de viviendas estadounidense. En febrero, Renesas Electronics anunció la adquisición de Altium, una empresa australiana-estadounidense de software de automatización del diseño electrónico.
Aseguran, por otro lado, que el comportamiento inversor de los hogares también está evolucionando. “Tras los cambios introducidos en enero en el programa japonés Nippon Investment Savings Account (NISA), que aumentaron el importe máximo de inversión de 1,2 millones de yenes a 3,6 millones de yenes e hicieron permanente el periodo de diferimiento de impuestos (de cinco años), los flujos de entrada en NISA en enero se triplicaron aproximadamente en comparación con los niveles de 2023, según una tabulación de cinco grandes corredores de Internet en Japón. Se trata de ejemplos anecdóticos, pero no dejan de ser alentadores”, concluyen.