La mala evolución de 2024 se sumará al aumento del 31% que ya registraron las insolvencias en 2023. De acuerdo con la aseguradora de crédito, de los 29 mercados que monitoriza su informe 23 han recuperado o superado ya los niveles prepandémicos. La reservas acumuladas por las empresas están bajo presión debido a la reducción de los márgenes de beneficio y al endurecimiento de las condiciones de financiación. El endeudamiento acumulado durante la pandemia resulta cada vez más difícil de atender en un entorno de elevados tipos de interés y bajo crecimiento.
En Estados Unidos, Países Bajos o Italia el deterioro de las insolvencias se produce en un contexto de ajuste a los niveles prepandémicos. Alemania y Japón también registran crecimientos desde valores similares a 2019. Las dinámicas más preocupantes se dan en mercados como España, Francia, Australia, Suecia o Austria donde el deterioro de las insolvencias en 2024 se combina con niveles elevados de insolvencia, lo que indica que el aumento se debe a factores ajenos a la vuelta a la normalidad. En algunos mercados, como Reino Unido o Suiza, las insolvencias se están consolidando en una nueva normalidad adversa. En Portugal, parecen haberse estabilizado en un nivel inferior al prepandémico. Dinamarca es el único mercado de nuestro entorno que experimentará un descenso significativo.
El panorama para 2025 es más estable en un entorno de previsible recuperación del crecimiento económico. A medida que la política monetaria se relaje y el entorno económico se estabilice, es probable que la tendencia de las insolvencias muestre una mejora. A escala mundial, la insolvencias registrarán una caída del -3%.