El origen hay que encontrarlo en la petición por parte de Telefónica de la traducción de toda esa documentación que se había presentado por parte del rival germano. Los asesores legales de la española insistieron ante los técnicos de la Euipo que “la gran mayoría de los materiales” que se habían entregado para así proceder a la contestación estaban en alemán y no en inglés. “Y no se explican por sí mismos”, aseguraban. Esto llevó en verano a trasladar la pelota al tejado de su contendiente que pidió una primera ampliación hasta este mes de noviembre y que, como era previsible, fue concedida. Pero en estos dos meses no han sido capaces de completar este ingente trabajo. Y en una nueva carta dirigida a la oficina, el equipo de Logan Hovell, el bufete que asesora a la operadora alemana, ha solicitado trasladar la fecha tope hasta el 9 de marzo de 2025. No sólo debe hacer una sola traducción, sino varias debido a los diferentes procedimientos iniciados en paralelo. El organismo público aún no ha contestado. La firma insiste en que tiene un “legítimo interés” en esta extensión.
Hasta ahora se han aprobado las numerosas ampliaciones de plazo, por lo que todo apunta a que será así en esta ocasión. Y esto hará que la batalla se alargue y no haya un pronunciamiento hasta la segunda parte del año 2025. La razón: esta documentación traducida por parte de los germanos deberá ser entregada a la operadora española que tendrá que contestar con su posición y esto debería desembocar en un periodo de estudio entre los técnicos de la oficina para completar un dictamen definitivo. Obviamente sería difícil que este llegue antes del próximo verano, cuando se cumplirían cuatro años desde la primera comunicación de oposición al registro de la ‘T’.
Pocas veces se ha alargado tanto un procedimiento de marca en la fase administrativa y no judicial. En cualquier momento, las dos partes podrían iniciar una nueva fase de negociación para tratar de alcanzar un acuerdo sobre los usos de la ‘T’ por parte de la española. El primer periodo fijado hace más de dos años se saldó sin acuerdo de las partes. Es la primera vez que esto sucede en el caso de Telefónica, pues las diferentes pugnas que ha mantenido por sus enseñas han acabado en acuerdo, como el firmado con la china Vivo o el de Aura.
Telefónica intentó registrar la ‘T’ con el rebranding -ejecutado con el apoyo de la consultora de marca de WPP que viene trabajando con ellos desde hace más de 10 años- coincidiendo con la junta general celebrada en el año 2021. Era una manera de ‘resucitar’ la enseña característica del periodo marcado por la presidencia de Luis Solana en los años 80. En su primer momento, la operadora defendió que había muchas marcas en el mercado (como el fabricante de vehículos eléctricos Tesla u otros operadores de telecomunicaciones).
Deutsche Telekom es una de las multinacionales que más duro ha defendido su marca internacionalmente, abriendo frentes con diversas compañías -siendo el de Telefónica el caso más relevante-. En enero de 2023, cuando ya acumulaba año y medio de pugna con la española, el grupo sacaba pecho asegurando que era la enseña más valiosa de europa con un valor de casi 63.000 millones de dólares. El grupo defendió en su momento la similitud importante de su logotipo con el que pretendía registrar Telefónica.
En el último lustro la alemana ha mantenido varias pugnas relevantes con empresas mucho de tamaño muy inferior al de Telefónica. Perdió una batalla contra la startup de seguros Lemonade, exigiéndole que dejara de usar el color magenta de su logotipo. El segundo, por la misma razón, es el de la empresa de análisis de datos Splunk. Ésta última, que denunció las «implacables y continuas acciones agresivas y la postura irrazonable» de los alemanes, también les demandó. Y perdió.