En este caso, la valoración de la teleco se sitúa en los 5.000 millones de euros, por debajo de otras estimaciones del mercado que elevan la cifra hasta los 7.000 millones de euros. Fuentes del sector estiman que «no hay firmas de inversión en Europa que no hayan estudiado esta operación o realizado sus cálculos», sin más pretensión que el sondeo de un sector que se encuentra en el punto de mira de numerosas empresas.
En esta carrera también podría incorporarse el fondo británico Apax Partners, igualmente llamado a conocer de cerca los posibles movimientos del mercado de telecomunicaciones, así como actores industriales del sector teleco también interesados por la subsidiaria del mercado español como la francesa Iliad y Liberty Global, el socio de Telefónica en Reino Unido, también posibles candidatos.
De todas formas, y hasta el momento, la única señal en firme por pate de Vodafone la protagonizó Zegona hace casi tres semanas, al reconocer dicho interés ante la obligación de transparencia propia de las empresas cotizadas, en su caso, en la bolsa de Londres.
La incorporación de Apollo en la ‘puja’ por Vodafone forma parte del runrún especulativo del mercado, especialmente llamativo por el tamaño de la sociedad. Su posible alianza con JB Capital Markets a la que ahora se apunta llega tras los últimos movimientos de inversión de la sociedad de Javier Botín en compañías como ITP Aero, donde participa como socio financiero del consorcio junto al fondo Bain y, por tanto, con vocación de permanencia temporal.