Las autoridades chinas han dado a entender que pretenden recuperar el tiempo perdido durante el periodo de la política de ‘Covid-cero’ e impulsar el consumo, lo que ha sido celebrado por los beneficiarios directos del aumento del mismo. Las divisas relacionadas con las materias primas (como el dólar australiano, el neozelandés y el canadiense) fueron las monedas del G10 que han obtenido mejores resultados, mientras que el resto han cotizado en rangos estrechos.
Las divisas latinoamericanas siguen despuntando, y todas las principales suben con fuerza frente al dólar en lo que va de 2023 (encabezadas por el real brasileño y el peso colombiano y chileno, ya que los inversores se están inclinando hacia las economías productoras de materias primas).
Esta semana la atención se centrará en las reuniones de los bancos centrales. La Reserva Federal será la primera en reunirse el miércoles, y tanto el Banco Central Europeo como el Banco de Inglaterra harán lo propio al día siguiente. Los mercados esperan que la Fed ralentice el ritmo de subidas de tipos y lleve a cabo una de 25 puntos básicos, mientras que el BCE y el Banco de Inglaterra se ven obligados a subir los tipos en 50 puntos básicos al no observarse una tendencia bajista de la inflación subyacente en ambas áreas económicas. El informe de inflación preliminar de la eurozona correspondiente al mes de enero, que precederá a la reunión del BCE, probablemente no muestre una disminución significativa de las presiones inflacionistas subyacentes, en contraste con la clara tendencia a la baja que se observa en EE.UU.
En definitiva, se espera una semana volátil en el mercado de divisas.
EUR
Los índices PMI de actividad empresarial de la eurozona subieron con fuerza en enero y apuntan ahora a una ligera expansión, lo que confirma que es improbable que la eurozona entre pronto en recesión. Esto permitirá al BCE centrarse completamente en la inflación en su reunión del jueves.
Se espera que el banco suba los tipos en 50 puntos básicos, pero la clave estará en la hoja de ruta para la próxima reunión. Se ha producido una clara división entre los miembros moderados y los agresivos dentro del Consejo, pero creemos que los halcones ganarán el pulso y esperamos que Lagarde señale que se llevará a cabo otra subida de 50 puntos básicos en marzo. En una semana inusualmente ajetreada, también conoceremos datos macroeconómicos clave: el crecimiento del PIB del cuarto trimestre (el martes), y la inflación preliminar de enero (el miércoles). Esperamos que estos datos nos muestren más de lo mismo: la confirmación de que la eurozona no está en recesión y que las presiones sobre la inflación subyacente no ceden.
USD
Debido a la limitación de los comunicados oficiales de la Reserva Federal por el periodo de bloqueo antes de la reunión de esta semana, la atención en EE.UU. se centró sobre todo en el informe sobre la inflación del PCE. Dado que este dato coincidió con las expectativas y con el anterior informe del IPC, el dólar estadounidense cotizó sobre todo en base a los acontecimientos en otros lugares. Los tipos de interés se mantuvieron estables y los activos de riesgo continuaron con la subida observada en 2023.
Dado que las expectativas de una subida de 25 puntos básicos en la reunión del miércoles son generalizadas, la clave de la reunión de la Fed serán los comunicados de Powell durante la rueda de prensa posterior a la reunión. Últimamente la economía ha dado señales contradictorias, pero con las solicitudes al subsidio por desempleo en mínimos históricos y pocos indicios de que la rigidez del mercado laboral se esté relajando, esperamos que el presidente Powell sitúe los tipos de interés terminales en EE.UU. en el 5% o por encima. Sin embargo, la tendencia positiva de la inflación significa que la Fed podrá adoptar muy pronto una actitud de espera, a diferencia de sus homólogos del otro lado del Atlántico.
GBP
Una serie de datos macroeconómicos inusualmente malos arrastraron a la libra la semana pasada. Los índices PMI de actividad empresarial de enero no cumplieron las expectativas debido a la debilidad del sector servicios. Sin embargo, el movimiento de la libra fue modesto y todas las miradas están puestas ahora en la reunión del Banco de Inglaterra del jueves.
El Comité de Política Monetaria parece haber ejecutado el último de los muchos cambios de opinión en este ciclo de subidas, y parece inclinarse hacia el lado más agresivo, ya que los datos resisten mejor de lo esperado y las presiones sobre la inflación subyacente se niegan a desaparecer. Se espera que el banco central suba los tipos en 50 puntos básicos esta semana, pero la reacción de la libra dependerá del reparto de votos y de la orientación para la próxima reunión.