A medida que enfrentamos los desafíos ambientales, es crucial destacar y respaldar iniciativas innovadoras que no solo buscan mitigar el impacto ambiental, sino también remodelar nuestro enfoque hacia la producción y el consumo de energía.
Una de las mayores barreras para la adopción masiva de energías renovables ha sido la intermitencia de la generación. Sin embargo, el avance en tecnologías de almacenamiento de energía a gran escala está cambiando el juego, aunque hoy en día existen obstáculos en los mercados que dificultan su implementación. Iniciativas que promueven el desarrollo de baterías de última generación y sistemas de almacenamiento eficientes permitirán su integración más efectiva en las redes eléctricas. Para ello, es crucial llevar a cabo una revisión normativa que empodere a los consumidores y establezca nuevos marcos legales que fomenten la participación activa en los mercados locales, con el objetivo de impulsar los progresos necesarios en estas áreas cruciales.
En España, la energía solar y el autoconsumo son una ola imparable que ha venido para quedarse. En el sector residencial, por ejemplo, tiene mucho sentido ya que las placas solares son una solución que nos permite ahorrar en la factura de la luz y que además es complementaria a las bombas de calor, unos equipos que irán sustituyendo a las formas más tradicionales de calefacción y ACS.
Por otro lado, otra de las iniciativas para mitigar el impacto medioambiental, aborda la transición hacia vehículos eléctricos (VE), convirtiéndose en una pieza fundamental en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Necesitamos iniciativas que promuevan la electrificación del transporte, ya sea a través de infraestructura de carga accesible, mayores incentivos fiscales o mayor investigación en tecnologías de baterías más eficientes.
De hecho, según los datos de nuestro último estudio de energías renovables, el 36% de los españoles afirma que tienen pensado comprar un coche eléctrico como su próximo vehículo. Esto confirma la tendencia de que, hoy por hoy, los eléctricos se han convertido en una opción en la que el ahorro y la autonomía no son una alternativa, son un extra.
El aumento de vehículos eléctricos y puntos de carga debe tender hacia la energía verde. En la actualidad, la mayor parte de la energía eléctrica con la que se recarga los coches eléctricos en las electrolineras contiene una mezcla de orígenes muy similar a la que se puede encontrar en la Red Eléctrica Española: sólo una tercera parte proviene de energías verdes, como la eólica o la fotovoltaica, pero en mayoría proviene de la nuclear, los ciclos combinados o el carbón.
Para ello, la instalación de placas solares en la vivienda o negocio es la clave. Con la instalación de placas solares se podrá cargar el coche eléctrico con la energía generada, ahorrando así dinero y ayudando a eliminar las emisiones de CO2. Además, permite reducir las pérdidas por sobreproducción energética y hacer más eficiente el autoconsumo solar. La incorporación del vehículo eléctrico en instalaciones fotovoltaicas residenciales o en empresas, es una tendencia que va a crecer muchísimo en los próximos años.
Por último, en el camino hacia un futuro más sostenible, la transición hacia el autoconsumo residencial en comunidades de vecinos se perfila como una estrategia poderosa para reducir la dependencia de fuentes de energía no renovables y combatir el cambio climático.
Desde el pasado año, las comunidades de propietarios ya tienen la posibilidad de instalar placas solares para beneficiarse del autoconsumo colectivo de la energía fotovoltaica tras la reciente modificación de la Ley de Propiedad Horizontal, que facilita la obtención de las mayorías necesarias para establecer acuerdos, realizar obras que mejoren la eficiencia energética y solicitar las oportunas subvenciones.
Desde proyectos compartidos de energía solar hasta programas de financiamiento colaborativo y plataformas de gestión energética comunitaria, estas iniciativas no sólo transforman la forma en que las comunidades obtienen su energía, sino que también fortalecen los lazos sociales y promueven la responsabilidad ambiental a nivel local.
En conclusión, la lucha contra el cambio climático requiere un enfoque integral y la adopción de múltiples iniciativas innovadoras. Desde el almacenamiento de energía hasta la electrificación del transporte y el impulso del autoconsumo residencial, cada paso cuenta en la construcción de un futuro más sostenible. La colaboración entre gobiernos, empresas y los ciudadanos es esencial para llevar a cabo estas iniciativas y asegurar un mañana donde la energía limpia sea la piedra angular de nuestras vidas.
En la búsqueda de una vida sostenible, nos inspiran y motivan a seguir creciendo, las personas con recursos limitados buscando ingeniosamente métodos de consumo alternativos. A pesar de sus limitaciones, estos pequeños consumidores exploran activamente formas innovadoras de contribuir a la descarbonización de la energía, encarnando el movimiento de base hacia un futuro más verde.