Por destino económico de los bienes, todos los sectores industriales tienen influencia negativa en la evolución de la tasa anual del IPRI general. Entre ellos destacan:
• Energía, que disminuye su variación dos puntos y medio, hasta el –29,3%, la tasa más baja desde el comienzo de la serie. Destaca en esta evolución el descenso de los precios de la Producción de gas; distribución por tubería de combustibles gaseosos, frente a la subida de agosto de 2022, y el aumento de los precios de la Producción, transporte y distribución de energía eléctrica, menor que el del mismo mes del año anterior.
Cabe señalar, aunque en sentido opuesto, la subida de los precios del Refino de petróleo, que descendieron en agosto del año pasado.
• Bienes de consumo no duradero, cuya tasa se sitúa en el 10,2%, dos décimas por debajo de la del mes anterior, debido a que los precios del Procesado y conservación de carne y elaboración de productos cárnicos disminuyen, mientras que se incrementaron en el mismo mes de 2022.
También influye, aunque de forma contraria, que los precios de la Fabricación de aceites y grasas vegetales y animales suben más que en agosto del año anterior.