Aun así, no se puede afirmar con total seguridad que las nuevas medidas comerciales y fiscales de la administración de Trump provoquen cambios significativos en este escenario, ya que aún no son definitivos los porcentajes de los aranceles ni los productos afectados. Sin embargo, esta guerra comercial es una puerta abierta a la incertidumbre en ámbitos como la vivienda.
En enero de este año se efectuaba el cuarto recorte consecutivo – situando la tasa en el 2,75%, el nivel más bajo desde principios de 2023 -, y se prevé que el BCE vuelva a rebajar el precio del dinero en 25 puntos básicos este abril debido no solo al miedo a una inflación desmedida, sino a un panorama de incertidumbre y numerosos riesgos en el mercado actual. “Cuando hay peligro de recesión, las políticas se vuelven más expansivas, y una de las pruebas de ello es la estrategia en política monetaria europea de la que estamos siendo testigos desde hace meses”.
Este escenario tendría un impacto directo en la economía a largo plazo, pero se estima que los efectos de las medidas de Donald Trump en corto serán más beneficiosos que perjudiciales para los ciudadanos europeos, por ejemplo, en materia de vivienda. “El Euribor, que ha dado un respiro estas semanas con su tendencia a la baja, podría seguir descendiendo, repercutiendo en un abaratamiento de las hipotecas”, afirma Font. “Además, esto aumentaría la capacidad de endeudamiento de muchas familias y aceleraría el ritmo de las compraventas”.
Según anteriores predicciones, el ‘efecto Trump’ resultaría en hipotecas más caras, peores condiciones y subida de cuotas mensuales. Sin embargo, el panorama parece haber cambiado, vista la evolución del índice de referencia más utilizado por las hipotecas variables en España. Font aconseja que “quienes estén en disposición de adquirir un inmueble podrían considerar cerrar un préstamo ahora para aprovechar los tipos de interés actuales. Sin embargo, es fundamental evaluar la situación financiera personal antes de tomar cualquier decisión”.