Se desconocen cuáles son los méritos de la ministra de vivienda para gestionar el complicado universo de la construcción de viviendas en la que confluyen infinidad de intereses, situaciones y dudas empresariales y. múltiples situaciones personales y familiares que solucionar.
El primer problema a resolver para su solución es nada mas y nada menos que la generación de suelo edificable. Sin él, no hay vivienda. Y justo aquí nos encontramos con el primer gran obstáculo: las disputas políticas entre derechas e izquierda hacen que la esperada y necesaria ley del suelo esté atascada y con problemas de todo tipo para sacarla adelante, discusiones en algunos aspectos insalvables, políticamente hablando.
Si en algún momento, o con algún regate se pudiese salvar este escollo habría que buscar al dueño de ese suelo y claro esta promotor que inicie el proyecto, punto neurálgico de toda esta historia ya que de él depende prácticamente todo: características, precios, plazos, y todo un sin fin de circunstancias que destaponen el atasco en el que la vivienda se encuentra. Pero en lugar de buscar estas soluciones y empezar a genera viviendas y mas viviendas que palian la escasez actual, lo primero que s ele ocurre a la ministra manchega es «blindar» el parque de vivienda pública para que nunca pueda venderse a precio de mercado libre
La titular de Vivienda ha resaltado que se debe «aprender de los errores del pasado» y por eso «entendemos que es necesario blindar el parque de vivienda, suelos públicos y los esfuerzos que hacemos para que sirvan al interés general de la población para siempre». Y claro está, agotara “todo el margen de actuación que nos otorga el ordenamiento jurídico, para conseguir el objetivo de garantizar el derecho a una vivienda digna y asequible».
En ese contexto, Rodríguez apuesta por construir un parque de vivienda social mediante colaboración público-privada «protegiendo esas viviendas para que los derechos de superficie de las mismas siempre reviertan en el Gobierno» o las distintas administraciones propietarias del suelo.
Y aquí se le acaban las ideas a la ministra. Así que seguiremos con la escasez de viviendas y con los jóvenes viviendo con sus padres hasta que esta inutilidad de Gobierno deje sus complejos progres y acepte sentarse a negociar con la CC AA y las empresas y elaboren un plan urgente que solucione el gran tapón que el sector sufre.