La producción manufacturera repuntó levemente, pero fue el sector servicios el que tuvo una mayor influencia en el repunte acelerado de marzo. El índice PMI compuesto de actividad total de la zona euro, elaborado por S&P Global y ajustado estacionalmente, marcó su nivel más alto desde mayo de 2022 al final del primer trimestre. Al aumentar de 52 registrado en febrero a 53,7 en marzo, el índice se situó por encima del nivel de ausencia de cambios de 50, que separa el crecimiento de la contracción, por tercer mes consecutivo.
Dicho resultado marcó un aumento sostenido del índice desde que se desplomó hasta su mínima de casi dos años en octubre del año pasado, cuando las preocupaciones en torno a la crisis energética europea eran particularmente pronunciadas. El sector servicios fue, sin duda alguna, el que más contribuyó a la expansión observada en marzo y el crecimiento en dicho sector se aceleró a un ritmo fuerte, que superó su promedio a largo plazo por un margen notable. La producción manufacturera también creció, aunque solo marginalmente. De hecho, el índice PMI de actividad comercial del sector servicios de la zona euro aumentó notablemente hasta alcanzar 55, en marzo. Dicho nivel fue superior al de 52,7 registrado en febrero, señalando un fuerte incremento de la actividad en las empresas del sector servicios. El ritmo de crecimiento fue el más rápido desde mayo de 2022.
Los fuertes niveles de actividad total se vieron impulsados por una nueva reactivación de la demanda y los últimos datos de la encuesta señalan el segundo aumento mensual consecutivo en los volúmenes de nuevos pedidos. Aunque la expansión fue modesta, fue la más rápida en diez meses. No obstante, el repunte se vio frenado por los clientes en el extranjero, ya que los nuevos pedidos de exportación cayeron de nuevo y, en consecuencia, se extendió la tendencia de caída de la demanda del mercado externo observada desde marzo de 2022.
Las empresas de la zona euro continuaron contratando trabajadores adicionales en marzo, manteniendo la secuencia actual de creación de empleo que comenzó hace poco más de dos años. De hecho, la tasa de crecimiento del empleo fue mayor que la media a largo plazo y la más rápida en ocho meses. A pesar de una mayor actividad de contratación, la reciente racha de reducción de las carteras de pedidos pendientes también llegó a su fin en marzo, ya que no se registraron cambios en los volúmenes de pedidos acumulados.
Entre tanto, las empresas de la zona euro se mantuvieron optimistas sobre la perspectiva a lo largo de los próximos doce meses y el grado de confianza en general se mantuvo en el mismo nivel que su promedio a largo plazo. No obstante, el grado de positividad se debilitó ligeramente, a pesar de una mejora en las tendencias de la actividad y la demanda.
Por último, los datos de la encuesta de marzo indicaron una mayor relajación de las presiones de los precios en la zona euro. Gran parte del impulso a la baja provino del sector manufacturero, donde los costes de los insumos cayeron por primera vez desde julio de 2020. Por el contrario, las empresas de servicios observaron que los gastos operativos aumentaron considerablemente una vez más en medio de informes de demandas salariales más altas. Los precios cobrados aumentaron en ambos sectores, pero en menor medida en comparación con febrero. En consecuencia, la tasa de inflación de los precios de venta disminuyó hasta su mínima de veintidós meses.
España despunta por su mejoría
Por países, todos los cubiertos por el estudio (que en conjunto representan alrededor del 78% de la producción del sector privado de la zona euro), registraron mayores niveles de actividad total con respecto a febrero. España fue, con gran margen, el país que registró el mejor resultado en marzo, ya que experimentó un fuerte aumento de la actividad total y al ritmo más rápido en casi un año y medio. Italia también registró una sólida expansión, que fue la más rápida en dieciséis meses. Las dos economías más grandes de la zona euro, Alemania y Francia, experimentaron una mejora de los ritmos de crecimiento hasta sus máximas de diez meses, aunque continuaron rezagadas con respecto al resto de los países estudiados.
«El panorama en marzo es mixto a nivel de países, con un considerable impulso alcista proveniente de España y, en menor medida, de Italia. Es difícil imaginar que expansiones de estas magnitudes puedan mantenerse durante mucho tiempo, lo que significa que un nuevo fortalecimiento del crecimiento depende de otras partes de la zona euro. Los niveles de actividad en Alemania y Francia aumentaron solo modestamente en marzo, mostrando un panorama más conservador de la salud económica subyacente en la zona euro», señalan en S&P Global Market Intelligence.
En general, comentan que que el aumento de la actividad económica en marzo reflejó principalmente un fuerte crecimiento en el sector servicios. «Es alentador observar una mejora del impulso dada la presión sobre los ingresos de los hogares debido a la alta inflación y al aumento de los costes de crédito». «A juzgar por los indicadores de los precios de la encuesta, es muy probable que los tipos de interés aumenten de nuevo. Aunque las tasas de inflación se han ralentizado desde sus picos, continúan siendo elevadas, particularmente en el sector servicios», añaden.