«¿Hemos terminado el viaje? No, no estamos en nuestro destino. ¿Todavía tenemos terreno que cubrir? Sí, tenemos terreno que cubrir», ha afirmado Lagarde al comienzo del turno de preguntas de su rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, que decidió elevar «con un amplio consenso» los tipos de interés en 25 puntos básicos, hasta el 4% en el caso de la tasa de las operaciones de refinanciación.
En este sentido, aunque no ha entrado en más detalles, la francesa ha adelantado que, a menos que haya un cambio material en la situación de base, es muy probable que el BCE «siga aumentando las tasas en julio» porque la institución tiene la determinación de llegar a su meta.
De este modo, sin entrar a valorar la decisión de la Fed de pausar su ciclo de subidas de tipos en la reunión celebrada ayer, en lo que respecta al BCE, Lagarde ha dejado claro que el BCE no está en la misma situación. «No estamos pensando en hacer una pausa», ha subrayado. En este sentido, la presidenta del BCE ha reconocido que la institución no está satisfecha con la revisión al alza de los pronósticos de inflación que ha publicado hoy el instituto emisor, añadiendo que la llamada «tasa terminal» es algo que sólo se conocerá cuando el BCE llegue allí.
«No estamos donde queremos estar si queremos alcanzar nuestro objetivo y, en términos de hacer una pausa, no lo hemos discutido en absoluto y no hemos comenzado a pensar en ello porque tenemos trabajo que hacer», ha afirmado la francesa, recordando que el destino es conocido, puesto que la meta es el 2% del objetivo de estabilidad, por lo que «el viaje para llegar allí no ha terminado».
«Por lo tanto, seremos tan restrictivos como sea necesario para asegurarnos de llegar a ese destino», ha apostillado.
Por otro lado, uno de los ejes de la rueda de prensa de Lagarde ha sido la situación del mercado laboral y el impacto cada vez más importante en la inflación de la evolución de los costes laborales unitarios, lo que ha llevado a la francesa a indicar que ha sido una de las razones por las que el BCE ha elevado sus proyecciones de inflación. «Se está convirtiendo (el mercado laboral) en uno de los principales componentes de los impulsores de la inflación», ha destacado Lagarde, después de que la energía y los alimentos hayan empezado a ceder protagonismo, mientras que los salarios están jugando un papel cada vez más importante como motor de la inflación.
En este sentido, ha destacado que la situación del mercado laboral y la situación del empleo «es la buena noticia en Europa», donde nunca se había visto una tasa de empleo tan baja y que en las previsiones del BCE se contempla que siga bajando, mientras que también se espera que los salarios seguirán aumentando en el futuro. La presidenta del BCE ha advertido de un problema de costes laborales unitarios, «en otras palabras, productividad», que tiene un impacto en la inflación y que requiere de una vigilancia.
Sobre esta cuestión, ha indicado que las partes alrededor de la mesa de negociaciones deberán determinar qué hacen en términos de asignación de beneficios y organización de las relaciones, pero ha asegurado que «de lo que pueden estar seguros en su discusión es que el BCE tomará todas las medidas necesarias para devolver la inflación al 2%».
De este modo, si bien el BCE no aprecia un efecto de segunda vuelta en relación con los salarios y no ve una espiral de precios y retribuciones, ha insistido en la importancia de evitar un «ojo por ojo» en respuesta a la inflación, tanto en el caso de las empresas como de los trabajadores, lo que podría desencadenar ese efecto de segunda ronda.
«Continuaremos monitoreando y diseccionando lo mejor que podamos todo este enigma del mercado laboral, que, como dije, está jugando un papel crítico», ha apuntado al indicar que, en parte, esta ha sido «la razón por la que se ha aumentado la proyección de inflación subyacente tanto en 2023 como en 2024».