Lejos de un discurso genérico la presidente del BCE habló abiertamente de la debilidad del dolar y la oportunidad que supondría que euro se convirtiese en la moneda de rederencia global aprovechando este impass o, al menos, que aumentase su peso.
«Ha llegado el momento global del euro» explicaba la francesa tras explicar que «el comercio mundial con el dólar como base se está fracturando».
Desde Commerzbank hurgan en el gran problema del «sueño de Lagarde». Según los mismos, más allá de la necesidad de una Unión de Capitales ven un gran problema, un impulso masivo del euro que trastoque las exportaciones. «Si el euro fuera la moneda de reserva mundial mañana y la eurozona siguiera teniendo superávits en cuenta corriente (por razones estructurales que no se pueden cambiar rápidamente), habría escasez de euros en el resto del mundo: para pagar las exportaciones de la eurozona, el resto del mundo tendría que transferir constantemente la nueva moneda de reserva mundial a su emisor: la eurozona. Como resultado, el euro se apreciaría mucho más de lo justificado desde una perspectiva nacional», explica el banco alemán.