«Estamos decididos a reducir la inflación al 2%», dijo Lagarde al periódico griego Kathimerini en declaraciones publicadas el sábado en el sitio web del BCE y recogidas por Bloomberg. «Según nuestras proyecciones, llegaremos allí en 2025». En este contexto Lagarde desprecio las criticas de algunos gobiernos europeos por sus decisiones, cuando solo están preocupados de que las tasas de interés más altas ahoguen el crecimiento. «Nuestro mandato es garantizar la estabilidad de precios, y esta es la mejor contribución que podemos hacer a la paz social y a la sociedad, en particular a los más vulnerables de sus miembros».
El BCE ha hecho una pausa en una campaña sin precedentes de aumentos de las tasas de interés mientras busca recuperar el control de la inflación. Los funcionarios han señalado que los costes de endeudamiento seguirán elevados, para garantizar que los aumentos de los precios al consumidor vuelvan al 2%, aunque el debilitamiento de la economía de la eurozona está planteando dudas sobre cuándo serán necesarios los recortes. Lagarde también señaló que los indicadores clave de desempeño para la situación económica y financiera de Grecia han mostrado «mejoras en todos los ámbitos».
La calificación crediticia de Grecia fue elevada a grado de inversión por S&P Global Ratings en octubre, la primera medida de este tipo por parte de uno de los tres grandes asesores desde que el país fue sacudido por una crisis de deuda hace más de una década. «Entiendo que hay más reformas – dijo Lagarde – en proceso pero, en general, los resultados de los esfuerzos del país son impresionantes».