La subida de hoy de medio punto de los tipos se ha tomado además “por amplia mayoría”. Lagarde ha defendido que la decisión de esa subida es “sólida y necesaria”. Lo ha hecho luciendo en la solapa un búho, el amuleto símbolo de sabiduría con el que compareció en su primera rueda de prensa como presidenta del BCE. En el recuerdo aún queda el error de Jean-Claude Trichet en 2008, cuando subió tipos dos meses antes de la quiebra de Lehman Brothers.
Christine Lagarde ha querido descartar cualquier parecido entre las turbulencias bancarias actuales y las de 2008 que dieron lugar a una gran recesión. “Los bancos de la zona euro están en una posición mucho, mucho más fuerte que en 2008″, ha asegurado. El vicepresidente del BCE, de Guindos, también ha precisado que el riesgo de las entidades de la zona euro con Credit Suisse, al que ha citado expresamente, es limitado y ha explicado que no hay bancos con una exposición ni una alta concentración de riesgos. “El modelo de SVB es único”, ha insistido.
Crecimiento del 1% en 2023 y más inflación subyacente
El BCE también ha actualizado sus previsiones de crecimiento e inflación, puntualizando que lo hizo a principios de marzo, con anterioridad al estallido de las turbulencias bancarias, que son un nuevo elemento de incertidumbre. Los expertos del BCE prevén ahora que la inflación se situará, en promedio, en el 5,3 % en 2023, frente al 6,3% de diciembre, el 2,9 % en 2024 y el 2,1 % en 2025. Su previsión en diciembre era de un alza de precios del 3,4% en 2024 y del 2,3% en 2025.
Aun así, las presiones inflacionistas subyacentes siguen siendo fuertes. La inflación excluidos la energía y los alimentos continuó aumentando en febrero y los expertos del BCE esperan que se sitúe en una media del 4,6 % en 2023, por encima de lo estimado en las proyecciones de diciembre, cuando se esperaba un 4,2%. Para 2024, la estimación es del 2,4%, desde el 2,8% de diciembre, y del 2,2% en 2025. Se trata de previsiones que se ajustan en mayor medida al objetivo del BCE del 2% de inflación para el medio plazo.
El BCE también revisa al alza con fuerza su previsión de crecimiento en la zona euro para este año, desde el 0,5% de diciembre al 1%, a consecuencia tanto del descenso de los precios de la energía, como de la mayor capacidad de resistencia de la economía ante el difícil entorno internacional. Los expertos del BCE esperan que el crecimiento repunte posteriormente en mayor medida, hasta situarse en el 1,6 %, tanto en 2024 como en 2025, respaldado por la fortaleza del mercado de trabajo, el aumento de la confianza y la recuperación de las rentas reales. Al mismo tiempo, el repunte del crecimiento en 2024 y 2025 es más débil de lo estimado en las proyecciones de diciembre debido a la orientación más restrictiva de la política monetaria.