El Consejo de Gobierno ha decidido hoy bajar los tres tipos de interés oficiales del BCE 25 puntos básicos. En particular, la decisión de reducir el tipo de interés aplicable a la facilidad de depósito —tipo de interés mediante el que guiamos la orientación de la política monetaria— se basa en nuestra evaluación actualizada de las perspectivas de inflación, de la dinámica de la inflación subyacente y de la intensidad de la transmisión de la política monetaria.
El proceso de desinflación sigue avanzando. La inflación ha continuado mostrando una evolución en general acorde con las proyecciones de los expertos y probablemente retornará a nuestro objetivo del 2 % a medio plazo a lo largo de este año. La mayoría de los indicadores de la inflación subyacente sugieren que la inflación se estabilizará en torno a nuestro objetivo de forma sostenida. La inflación interna sigue siendo elevada, principalmente porque los salarios y los precios en algunos sectores están aún ajustándose a la anterior escalada de la inflación con un retraso considerable. No obstante, el crecimiento de los salarios se está moderando según lo esperado, y los beneficios están amortiguando en parte el impacto sobre la inflación.
Nuestras recientes bajadas de los tipos de interés están abaratando gradualmente los créditos nuevos para las empresas y los hogares. Al mismo tiempo, las condiciones de financiación continúan siendo restrictivas, debido entre otras cosas a que nuestra política monetaria también lo sigue siendo y a que las anteriores subidas de los tipos de interés siguen transmitiéndose al saldo vivo del crédito concedido, con renovaciones a tipos de interés más elevados de algunos préstamos que vencen. La economía se enfrenta aún a factores adversos, pero la mejora de las rentas reales y la desaparición gradual de los efectos de la política monetaria restrictiva deberían con el tiempo respaldar una recuperación de la demanda.
Tenemos la determinación de asegurar que la inflación se estabilice de forma sostenida en nuestro objetivo del 2 % a medio plazo. Aplicaremos un enfoque dependiente de los datos, en el que las decisiones se adoptan en cada reunión, para determinar la orientación apropiada de la política monetaria. En particular, nuestras decisiones sobre los tipos de interés se basarán en nuestra valoración de las perspectivas de inflación teniendo en cuenta los nuevos datos económicos y financieros, la dinámica de la inflación subyacente y la intensidad de la transmisión de la política monetaria, sin comprometernos de antemano con ninguna senda concreta de tipos.
Las decisiones adoptadas hoy se presentan en una nota de prensa disponible en nuestro sitio web. Expondré ahora más detalladamente cómo vemos la evolución de la economía y de la inflación, y después explicaré nuestra valoración de las condiciones financieras y monetarias.
Actividad económica
La economía se estancó en el cuarto trimestre, según la estimación preliminar de avance de Eurostat y es probable que se mantenga débil a corto plazo. Las encuestas indican que las manufacturas siguen contrayéndose, mientras se expande la actividad de los servicios. La confianza de los consumidores es débil y el aumento de las rentas reales aún no es suficiente para animar a los hogares a incrementar significativamente su gasto.
No obstante, siguen dándose las condiciones para que la recuperación prosiga. Aunque el mercado de trabajo se ha ralentizado en los últimos meses, mantiene su vigor, con una tasa de desempleo aún en niveles bajos, del 6,3 % en diciembre. Un mercado de trabajo sólido y unas rentas más elevadas deberían reforzar la confianza de los consumidores y permitir un aumento del gasto. Con el tiempo, la mejora del acceso al crédito también debería estimular el consumo y la inversión. Si no se produce una escalada de las tensiones comerciales, las exportaciones deberían respaldar la recuperación a medida que aumenta la demanda mundial.
Las políticas fiscales y estructurales deberían mejorar la productividad, la competitividad y la capacidad de resistencia de la economía. Acogemos con satisfacción la Brújula para la Competitividad presentada por la Comisión Europea, que proporciona un plan de acción concreto. Es de crucial importancia dar seguimiento, con nuevas políticas estructurales concretas y ambiciosas, a las propuestas de Mario Draghi para mejorar la competitividad europea y a las propuestas de Enrico Letta para fortalecer el mercado único. Los Gobiernos deberían cumplir plenamente y sin retrasos los compromisos asumidos en el marco de gobernanza económica de la UE. Ello contribuirá a reducir los déficits presupuestarios y las ratios de deuda de forma sostenida, priorizando al mismo tiempo reformas dirigidas a favorecer el crecimiento y la inversión.
Inflación
La inflación interanual aumentó hasta el 2,4 % en diciembre, desde el 2,2 % en noviembre. Como en los dos meses anteriores, este incremento era esperado y refleja principalmente las acusadas caídas anteriores de los precios de la energía que habían quedado fuera del cálculo. Además de una subida intermensual en diciembre, esto dio lugar a un ligero aumento de los precios de la energía en términos interanuales, tras cuatro descensos consecutivos. La inflación de los precios de los alimentos descendió hasta el 2,6 % y la de los bienes hasta el 0,5 %, mientras que la de los servicios subió hasta el 4,0 %.
La evolución de la mayor parte de los indicadores de la inflación subyacente es acorde con un retorno sostenido de la inflación a nuestro objetivo a medio plazo. La inflación interna, que sigue de cerca la senda de la inflación de los servicios, continúa siendo elevada, porque los salarios y los precios de algunos servicios están aún ajustándose a la anterior escalada de la inflación con un retraso considerable. Al mismo tiempo, las señales recientes apuntan a una moderación continuada de las presiones salariales y al efecto amortiguador de los beneficios.
Esperamos que la inflación fluctúe en torno a su nivel actual a corto plazo. Más adelante debería estabilizarse en torno al objetivo del 2 % a medio plazo de forma sostenida. La relajación de las presiones de los costes laborales y el continuo impacto del anterior endurecimiento de nuestra política monetaria en los precios de consumo deberían favorecer este proceso. Aunque las disminuciones de los indicadores de mercado de la compensación por inflación observadas en otoño se han visto revertidas en gran medida, la mayor parte de los indicadores de las expectativas de inflación a largo plazo continúan en torno al 2 %.
Evaluación de riesgos
Los riesgos para el crecimiento económico siguen apuntando a la baja. Un aumento de las fricciones en el comercio internacional podría lastrar el crecimiento de la zona del euro, al frenar las exportaciones y debilitar la economía mundial. Un descenso de la confianza podría impedir que el consumo y la inversión se recuperen con la rapidez esperada. Esto podría verse amplificado por riesgos geopolíticos, como la guerra injustificada de Rusia contra Ucrania y el trágico conflicto en Oriente Próximo, que podrían causar disrupciones en el suministro de energía y afectar aún más al comercio internacional. El crecimiento también podría ser menor si los efectos retardados del endurecimiento de la política monetaria se prolongan más de lo esperado. Podría ser mayor si la relajación de las condiciones de financiación y la bajada de la inflación permiten una recuperación más rápida del consumo y de la inversión internos.
La inflación podría aumentar si los salarios o los beneficios aumentan más de lo previsto. Los riesgos al alza para la inflación también proceden de la escalada de las tensiones geopolíticas, que podrían impulsar al alza los precios de la energía y los costes de los fletes a corto plazo y causar disrupciones en el comercio internacional. Asimismo, fenómenos meteorológicos extremos y una mayor propagación de la crisis climática podrían hacer aumentar los precios de los alimentos más de lo esperado. En cambio, la inflación podría sorprender a la baja si los bajos niveles de confianza y la preocupación por los acontecimientos geopolíticos impiden que el consumo y la inversión se recuperen con la rapidez esperada, si la política monetaria frena la demanda más de lo anticipado, o si el entorno económico en el resto del mundo empeora de forma imprevista. El aumento de las fricciones en el comercio internacional incrementaría la incertidumbre en torno a las perspectivas de inflación de la zona del euro.
Condiciones financieras y monetarias
Los tipos de interés de mercado en la zona del euro han aumentado desde nuestra reunión de diciembre, debido en parte a la subida de los tipos de interés en los mercados financieros mundiales. Aunque las condiciones de financiación siguen siendo restrictivas, nuestras bajadas de los tipos de interés están reduciendo gradualmente el coste del crédito para las empresas y los hogares.
El tipo de interés medio de los nuevos préstamos a empresas descendió hasta el 4,5 % en noviembre, mientras que el coste de la financiación mediante valores de renta fija se mantuvo en el 3,6 %. El tipo medio de las nuevas hipotecas se redujo hasta el 3,5 %.
El crecimiento del crédito bancario a empresas avanzó hasta el 1,5 % en diciembre, desde el 1,0 % de noviembre, como reflejo del intenso flujo mensual. El crecimiento de las emisiones de valores representativos de deuda por parte de las empresas se moderó en el 3,2 % en términos interanuales. Los préstamos hipotecarios continuaron aumentando gradualmente, aunque se mantuvieron en general contenidos, en una tasa de crecimiento interanual del 1,1 %.
Los criterios de aprobación de los créditos a empresas volvieron a endurecerse en el cuarto trimestre de 2024, tras haberse estabilizado en líneas generales en los cuatro anteriores trimestres, como indica nuestra última encuesta sobre préstamos bancarios. Este nuevo endurecimiento se debió principalmente a la mayor preocupación de los bancos por los riesgos que afrontan sus clientes y a su menor disposición a asumir riesgos. La demanda de préstamos por parte de las empresas se incrementó ligeramente en el cuarto trimestre, pero se mantuvo débil en conjunto. Los criterios de aprobación de las hipotecas se mantuvieron en general sin cambios, tras tres trimestres de relajación, mientras que la demanda de hipotecas volvió a aumentar con fuerza, debido principalmente a unos tipos de interés más atractivos.
CONCLUSIÓN
El Consejo de Gobierno ha decidido hoy bajar los tres tipos de interés oficiales del BCE 25 puntos básicos. En particular, la decisión de reducir el tipo de interés aplicable a la facilidad de depósito —tipo de interés mediante el que guiamos la orientación de la política monetaria— se basa en nuestra evaluación actualizada de las perspectivas de inflación, de la dinámica de la inflación subyacente y de la intensidad de la transmisión de la política monetaria. Tenemos la determinación de asegurar que la inflación se estabilice de forma sostenida en nuestro objetivo del 2 % a medio plazo. Aplicaremos un enfoque dependiente de los datos, en el que las decisiones se adoptan en cada reunión, para determinar la orientación apropiada de la política monetaria. En particular, nuestras decisiones sobre los tipos de interés se basarán en nuestra valoración de las perspectivas de inflación teniendo en cuenta los nuevos datos económicos y financieros, la dinámica de la inflación subyacente y la intensidad de la transmisión de la política monetaria, sin comprometernos de antemano con ninguna senda concreta de tipos.
En cualquier caso, estamos preparados para ajustar todos nuestros instrumentos en el marco de nuestro mandato para asegurar que la inflación se estabilice de forma sostenida en nuestro objetivo a medio plazo y preservar el buen funcionamiento de la transmisión de la política monetaria.