«Sólo necesitamos generar un poco más de confianza en este proceso desinflacionario, pero si avanza según nuestras expectativas, si no tenemos un shock importante en el desarrollo, nos dirigimos hacia un momento en el que tendremos que moderar la política monetaria restrictiva», ha destacado en una entrevista con ‘CNBC’. De esta manera, el organismo vuelve a ligar el inicio de la flexibilización monetaria al descenso de la inflación, y en este sentido Lagarde ha destacado que el proceso desinflacionario se mueve «de acuerdo» a las expectativas del BCE.
«Como dije, sujeto a que no se produzcan shocks adicionales, será hora de moderar la política monetaria restrictiva en un plazo razonablemente corto», ha reiterado.
Sin embargo, la presidenta del BCE ha asegurado que toda decisión dependerá de la evolución de los datos, por lo que el BCE no se compromete a seguir ninguna ruta concreta en su política monetaria. «He sido muy clara al respecto y he dicho deliberadamente que no nos estamos comprometiendo previamente con ninguna senda de tipos. Existe una enorme incertidumbre, tenemos que estar atentos a esos acontecimientos, tenemos que mirar los datos, tenemos que sacar conclusiones de esos datos», ha sentenciado.
En lo que respecta a los precios, considera que los mayores riesgos al alza para la inflación se encuentran en los conflictos geopolíticos, que están impulsando los precios de materias primas como el petróleo y el oro.
«Todos los precios de las materias primas tienen un impacto y tenemos que estar extremadamente atentos a esos movimientos. Claramente, en la energía y en los alimentos, tiene un impacto directo y rápido», ha concluido.