Así lo ha señalado la francesa en una entrevista con Bloomberg TV en el marco del Foro de Davos al ser cuestionada sobre si podría haber un apoyo mayoritario por parte de la entidad a una primera bajada en verano «dado que varios miembros del Consejo de Gobierno del BCE han señalado ese momento».
«Yo también diría que es probable», ha contestado Lagarde. «Pero tengo que ser reservada, porque, del mismo modo, estamos diciendo que dependemos de los datos y que todavía hay un nivel elevado de incertidumbre y algunos indicadores no están anclados en el nivel en el que nos gustaría verlos», ha matizado.
Para la francesa, el BCE está en vías de volver a situar la inflación en su objetivo del 2%, pero aún no ha logrado la victoria, por lo que ha insistido en la necesidad de ser prudentes.
En este sentido, Lagarde ha indicado que será a «finales de la primavera» cuando la institución monetaria obtenga los datos de los convenios colectivos de este año, lo que podría darle una buena idea de hacia dónde se dirigen los ingresos de los hogares y, por tanto, la inflación.
Respecto a las últimas declaraciones de varios los miembros del BCE enfriando las perspectivas de bajada de tipos que maneja el mercado, la presidenta ha dicho que «han hablado recientemente y cada uno de ellos tiene su punto de vista, que yo respeto completamente». «Generalmente coincidimos en las decisiones que tomamos basándonos en los datos. Algunos de ellos tienen sus datos nacionales, tienen sus respectivas tasas de inflación, que son diferentes de un país a otro», ha apuntado. La próxima reunión de política monetaria del BCE tendrá lugar el jueves 25 de enero y se llevará a cabo después de haber conocido un repunte de la inflación en diciembre, que se ha situado en el 2,9%.