Lambán ha relatado que en tres o cuatro ocasiones quedó sorprendido por el tono de las conversaciones: «Tuve tres o cuatro episodios telefónicos donde me sorprendía la ira, la pérdida de control que percibía ante comentarios que había hecho y que a él no le habían gustado». En contraste, ha explicado que sus intercambios con el exministro de Transportes, Ábalos, aunque también eran para reprenderle, resultaban «bastante cordiales». Lo mismo sucedía con el secretario de organización del partido, Santos Cerdán. En su valoración sobre la situación interna del PSOE, ha añadido: «El partido es un páramo absoluto en el que la disidencia está eliminada, y quien la hacemos lo tenemos que hacer fuera de las fronteras orgánicas».
Por su parte, el secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha y presidente de la Comunidad Autónoma García-Page, ha sostenido que los mensajes desvelados demuestran que había «tensiones» en el seno del partido desde el año 2012 y que las opiniones enfrentadas entre miembros socialistas no son «ningún teatrillo». Ha opinado que con estos mensajes se ve que el problema en el PSOE no es «simplemente de poder» o de «no dejarle gobernar al que está arriba», y que hay un «problema de fondo que se abrió entre los que no estábamos por gobernar a cualquier precio y los que en cualquier momento podían hacerlo».
En todo caso, en lo que a él mismo respecta, García-Page ha apuntado que aunque «había tensión», sus conversaciones con Ábalos fueron «mínimas» y ha mantenido «alguna más» con Santos Cerdán, aunque «en un tono bastante amable y bastante razonable».