Una vez asimilado un gobierno fuerte por parte de Trump, el mercado parece centrarse en los potenciales riesgos a los que se enfrentará en 2025. Con unas valoraciones cuando menos exigentes tras un año espectacular en las bolsas, parece que por unos momentos la cautela está ganando terreno.
Tras el inicio de la semana que llevó a marcar nuevos máximos históricos tanto al S&P 500 como al Nasdaq 100 (6.017,31 y 21.182,03 puntos respectivamente), el cierre semanal se produjo con caídas para ambos índices del -2,08% y del -3,43%. Por su parte, en Europa en mercado estuvo mucho más tranquilo puesto que las caídas ya se habían producido días antes. Así, el Euro Stoxx 50 se dejaba un mínimo -0,16% mientras que el Ibex 35 subía un +0,73% gracias a la buena sesión del viernes.
Los mercados de deuda tuvieron un comportamiento similar: en EE.UU. el Treasury a 10 años veía incrementada su rentabilidad en 13 puntos básicos hasta el 4,44%, mientras que en Europa la deuda cedía levemente, -1 puntos básicos para el Bund y -5 puntos básicos para el Bono que cerraban en el 2,35% y el 3,05%. El dispar comportamiento tiene base en las diferentes expectativas de movimientos de tipos de interés por parte de la FED y del BCE. El Banco europeo sigue teniendo margen (y necesidad) de sobra para bajar tipos de cara a relanzar la economía europea, mientras que la FED podría verse obligada a ralentizar notablemente su relajación monetaria, por la buena salud económica del país y por los potenciales riesgos de una inflación creciente si todas las medidas anunciadas por Trump en la campaña electoral se llevasen a cabo.
En el mercado de materias primas nos encontramos con bajadas de precios, por motivos similares a semanas anteriores, la subida de rentabilidades de los bonos ha pasado factura al oro que perdía un 4,63% en los últimos 5 días, su peor semana desde 2021, y el Brent se dejada un 3,83% por la debilidad económica de china reflejada en las previsiones de la OPEP y la relajación de las tensiones en Oriente Medio, pues no parce que el conflicto Irán-Israel vaya a ir a más en el corto plazo.
A nivel macroeconómico hay que destacar la leve mejoría en China cuya producción industrial crecía un 5,8% y la tasa de paro descendía hasta el 5%. En Europa el PIB (dato provisional) se situaba en el +0,9% estimado, con la producción industrial cediendo un -2% (se esperaba -1,3%) y en Alemania el índice ZEW se situaba en +12,5 frente a la estimación de +20,5. El adelanto de elecciones podría afectar aún más a la locomotora europea que no consigue arrancar. En EE.UU. por su parte conocieron i) el dato del IPC, tal y como se esperaba se incrementó en dos décimas hasta el 2,6% mientras que el dato subyacente se mantuvo en el 3,3%, ii) las ventas minoristas mejoraron mínimamente las previsiones al crecer un +0,4% en octubre, nueva muestra de la fortaleza económica y iii) los datos de empleo siguen sólidos, con unas demandas de subsidios que se ajustaron a lo previsto.
A lo largo de esta semana conoceremos si las autoridades chinas alteran los tipos de interés para los préstamos preferenciales, aunque se espera que se mantengan sin cambios tras el ajuste a la baja de la última reunión. En Europa conoceremos el dato del IPC que se espera se mantenga en el 2% junto a los datos preliminares de los PMIs. Por último, en EE.UU. se publicarán los datos de ventas de viviendas (al alza), los PMIs (provisionales) y el índice manufacturero de la FED de Filadelfia.
Terminamos con el repaso de la evolución de la temporada de resultados del tercer trimestre del S&P 500. Ya han presentado 461 empresas con un crecimiento medio del BPA del 8,5%, frente a la estimación inicial de un 5,1%, es decir, se acumulan sorpresas positivas que superan el 75%. El miércoles se conocerán los resultados de Nvidia.