Los tipos subieron en todo el mundo y los mercados están reevaluando sus expectativas acerca de la suavización de la política monetaria de los bancos centrales y empezando a aceptar que llegará en 2024, si es que llega. En particular, destacamos que el tipo de interés terminal esperado para la Fed y el BCE alcanzó nuevos máximos la semana pasada. El dólar no se benefició sustancialmente con la mencionada subida de los tipos, y todas las divisas del G10, salvo el yen, cotizaron en un rango estrecho. El nombramiento de un académico relativamente desconocido como nuevo responsable del Banco de Japón lastró a la divisa nipona.
Esta semana, la atención se centra en los indicadores macroeconómicos. El martes se publican los índices PMI de actividad empresarial, y esperamos especialmente que la mejora en la eurozona continúe. La inflación del PCE estadounidense, la medida preferida por la Reserva Federal, se publicará el viernes. Será una semana tranquila en cuanto a comunicados de los bancos centrales, salvo por la publicación el miércoles de las actas de la reunión de febrero de la Reserva Federal.
EUR
Tras una semana tranquila para el euro, creemos que los índices PMI tienen potencial para impulsar a la moneda común. El consenso prevé un ligero aumento de la expansión, pero esto podría estar subestimando las recientes noticias optimistas sobre la economía de la eurozona, sobre todo la del desvanecimiento de la amenaza de una crisis energética. Por supuesto, una sorpresa positiva en estos datos aumentaría la presión para que el BCE recupere el tiempo perdido con las subidas de tipos, por lo que en general seguimos teniendo una visión positiva sobre el euro.
USD
La sorpresa inflacionista en EE.UU. no ha sido my grande, pero fue suficiente para detener la tendencia bajista que venimos señalando en la inflación subyacente, el indicador más fiable de la inflación futura.
Los índices de inflación subyacente parecen estabilizarse muy por encima del 4%, los salarios por fin se han puesto al día, y parece que la política monetaria aún tiene mucho trabajo por hacer para que la inflación vuelva a acercarse a los objetivos de la Reserva Federal. La Fed parece estar de acuerdo, y se opone firmemente a cualquier idea de que las subidas están a punto de terminar, o lo que es menos plausible, que el banco central esté en condiciones de relajar su política monetaria en un futuro próximo.
Nos parece destacable que el dólar no haya repuntado significativamente esta semana, lo que indica que tal vez se haya agotado su reciente recuperación contra tendencia.
GBP
La inflación del Reino Unido deparó una rara sorpresa positiva la semana pasada. Los datos sobre la inflación del sector servicios fueron especialmente alentadores. Este es el primer indicio de que la inflación subyacente del Reino Unido podría estar siguiendo la misma senda que la de EE.UU., aunque con retraso, e iniciará ahora una tendencia gradual a la baja, tras haber alcanzado su máximo en otoño de 2022. Esto se suma al giro positivo que han dado los datos británicos en general, en particular los del mercado laboral. Además, las ventas al por menor también sorprendieron positivamente.
En general, estamos de acuerdo en que el pesimismo en torno a la economía británica es exagerado y mantenemos una opinión positiva sobre la libra.