En este sentido, las eléctricas han presentado ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia sus previsiones para la demanda eléctrica del año que viene y estiman que los usuarios de la red de alta tensión -es decir, grandes industrias que son quienes necesitan de esta infraestructura para funcionar- se elevarán de 118.968 en 2024 a 119.755 el año que viene, lo que supone un incremento de 787 nuevos grandes consumidores que llegarán al sistema eléctrico el próximo ejercicio.
Según la memoria en la que Competencia establece la propuesta para los peajes eléctricos de 2025, la llegada de estos nuevos industriales irá asociada con un aumento del consumo energético en 2.233 gigavatios/hora (GWh), un alza del 2,2% interanual. Por otro lado, los pequeños consumidores -aquellos integrados en la red de baja tensión- añadirán 728 GWh al sistema, aunque numéricamente la cantidad de usuarios de esta red crecerá notablemente más que en el área industrial. En concreto, según las previsiones para 2025 se elevarán en 213.338 clientes, hasta los 30,62 millones.
Pedro González, director general de AEGE, asegura que este crecimiento seguramente sea vegetativo, es decir, crecimiento añadido del crecimiento natural de polígonos industriales, talleres u otros grandes consumidores, por lo que descarta que estas señales indiquen la llegada de nueva industria como data centers.
No obstante, sí que indica que los resultados arrojan una visión sobre el buen avance de la descarbonización de la industria mediante su electrificación, además de la llegada de nuevos actores que no estaban antes presentes en el mercado español y que pueden beneficiarse de los precios de la luz española.
Además, estos nuevos consumidores están acelerando su llegada al sistema eléctrico. Entre 2023 y 2024 el aumento de clientes de las líneas de alta tensión -que se integran en los niveles que abarcan de la 6.1 TD a la 6.4 TD- crecieron en tan solo 154 nuevas entradas. Estas estimaciones son, en cualquier caso, preeliminares y sujetas a cambiar, ya que incluso la propia CNMC espera un todo o nada en lo que se refiere a la evolución de la demanda eléctrica. El regulador estima que el consumo de energía a través del transporte y la distribución se eleve un 1,3% en 2025, aunque también contabiliza un escenario a la baja en el que decrezca un 0,4% y uno al alza en el que aumente un 3,5%.
El panorama central que plantea la CNMC contrasta con el del Ministerio de Transición Ecológica, que a través del PNIEC prevé que el aumento de la demanda eléctrica entre 2019 y 2030 se eleve al 34%, a razón de un 3,09% cada ejercicio hasta finales de la década.
Es el monto que han sido comprometidos por las firmas para el desarrollo de centros de datos en España desde primavera. Estas infraestructuras son una de las grandes esperanzas para ayudar con la electrificación, ya que son grandes consumidores de electricidad durante las 24 horas. En el actual contexto, en el que existe una sobreoferta de generación eléctrica por el despliegue de renovables, estos activos pueden ayudar a estabilizar la red.