Esta situación está afectando ya a la eficacia en el cobro de deudas y suscita preocupación entre las empresas por las perspectivas de riesgo de insolvencia durante los próximos meses, además de minar la confianza empresarial.
Estas son las principales conclusiones de los resultados para Europa Occidental del Barómetro de Prácticas de Pago 2024 difundido por Crédito y Caución, una estudio basado en los comentarios de cerca de 3.000 proveedores en catorce mercados (Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Países Bajos, Reino Unido, Suecia y Suiza) y ocho sectores (agroalimentario, bienes de consumo duradero, construcción, electrónica y TIC, maquinaria, metalurgia y siderurgia, químico y transporte).
De forma generalizada en los diferentes mercados y sectores, alrededor de un 20% más de empresas que el año pasado muestran su preocupación por un empeoramiento significativo de su DSO. Esto se refleja en un incremento de las deudas incobrables, que actualmente representan cerca del 8% de las ventas B2B a crédito, frente al 6% del año pasado. El estudio indica claramente una menor eficiencia en el cobro de deudas pendientes entre las empresas de Europa Occidental, lo que provoca una preocupación generalizada por la salud financiera de las empresas de toda la región. Tres de cada cinco compañías perciben graves dificultades financieras en un entorno empresarial difícil y prevén un aumento de las insolvencias durante el próximo año.
De acuerdo con el Barómetro, la confianza de las empresas de Europa Occidental también se ve lastrada por las preocupaciones sobre el panorama económico general, tanto a corto como a largo plazo. Un tercio de las entidades expresa su inquietud por la salud de las economías nacionales, el impacto de las tensiones geopolíticas y la incertidumbre de la política monetaria. La volatilidad de los costes de endeudamiento está obligando a las empresas a reducir su acceso al crédito bancario y un significativo 44% ya depende del crédito comercial para financiar sus operaciones. El previsible aumento de los costes para alcanzar los objetivos de sostenibilidad y cumplir la normativa ambiental en el futuro también es motivo de preocupación entre las empresas de Europa Occidental.
“Esperamos una modesta recuperación de la actividad económica global este año, con una previsión de crecimiento del PIB mundial cercana al 3% en 2025. Aunque el calendario de recortes de los tipos de interés por parte de los bancos centrales dependerá de la evolución de la inflación y del mercado laboral, prevemos que el alivio de la fuerte presión a la que se enfrentan actualmente las empresas debido al incremento de los tipos de interés no se materializará hasta el próximo año. Esto respalda nuestras expectativas de que las insolvencias disminuyan apenas un 1% en 2025 a escala global y se estabilicen en una nueva normalidad adversa, con amplias variaciones entre mercados y sectores”, explicó el Chief Commercial Officer de Atradius, Tesch.
El Barómetro de Prácticas de Pago apunta algo de luz al final del túnel: más de un tercio de las compañías prevén centrarse en mejorar la eficiencia en el cobro de deudas durante los próximos meses para aliviar la presión del riesgo de crédito de los clientes sobre su salud financiera.
“La capacidad de las empresas para mitigar el impacto de las difíciles condiciones económicas en sus operaciones será fundamental para determinar la tendencia de las insolvencias en los próximos meses. Sin embargo, afrontar los retos que plantea la fluctuación de los pagos B2B requiere un enfoque inteligente de la gestión del riesgo de crédito de los clientes. Asegurar las cuentas por cobrar B2B puede ser la opción estratégica adecuada para las empresas que deseen aprovechar las oportunidades de crecimiento a través de un comercio seguro y rentable en medio del volátil panorama económico actual», añadió Tesch.