Esto ha hecho que el porcentaje de hogares que no puedan cubrir sus gastos básicos con la renta haya registrado incrementos desde que arrancó el año, frente a 2022. En concreto un 9% de los hogares ni siquiera pueda cubrir ya los gastos básicos con su renta. Además, el porcentaje de hogares en una situación «especialmente frágil», definidos como aquellos que no pueden cubrir el gasto esencial durante más de un mes, superaría el 4%. Este porcentaje es sustancialmente más elevado en las familias con el nivel más bajo de renta, donde llegaría al 17%.
El organismo regulador señala también que a pesar de que los tipos de interés se han elevado en 400 puntos básicos, las hipotecas se han encarecido menos de lo esperado. Por otro lado, el incremento del euríbor y de la inflación ha provocado una menor renta disponible, la tasa de ahorro de los hogares en el inicio de 2023 se situó por encima de la media histórica, la riqueza de las familias ha aumentado y se ha reducido su ratio de endeudamiento. Esto es posible gracias a la resistencia del empleo, constata el organismo regulador.
Por contra, la morosidad sigue sin llegar a pesar de este entorno menos favorable, puesto que en marzo registró una caída del 22,5 % en tasa interanual. Sin embargo, los préstamos en vigilancia especial -aquellos con riesgo de entrar en impago- repuntaron desde finales del año pasado, con un crecimiento de un 18% interanual en marzo, lo que muestra un deterioro de la calidad crediticia en los préstamos concedidos a los hogares.
El coste de la nueva financiación también se elevó en el primer trimestre del año, en esta ocasión en la misma proporción en cifras similares a las realizadas el resto del año, aunque con mayor intensidad para las grandes empresas, pues ha subido más en los préstamos por encima de un millón.
La facturación de las empresas siguió aumentando a un ritmo elevado, aunque el aumento del coste medio de la deuda estaría empezando a frenar el avance de los beneficios después de intereses. Paralelamente, La ratio de endeudamiento de las empresas siguió reduciéndose, si bien la de carga financiera repuntó ligeramente. En este contexto, el porcentaje de empresas vulnerables descendió en el primer trimestre de 2023 y volvió a niveles prepandemia.
Los préstamos dudosos de las empresas no financieras continuaron descendiendo, con una caída interanual del 14,9% en marzo, 10 puntos porcentuales más que un año antes. Los retrocesos han sido más acusados en los sectores más afectados por la pandemia (16,9%), cuya capacidad de pago ha mejorado, al recuperarse la actividad económica tras el levantamiento de las restricciones a la movilidad.