La pérdida de poder adquisitivo derivada de la alta inflación y del encarecimiento de las hipotecas ha llevado a las familias a recurrir al pago por plazos durante las compras de los ‘Reyes Magos’ y la primera campaña de rebajas del año. Y es que los hogares necesitan del crédito para seguir sobreviviendo, sea al coste que sea. Eso y hecho que , el volumen de las nuevas operaciones sume 2.825 millones, un 20% más con respecto al mismo mes de 2023, cuando ascendió a 2.352 millones de acuerdo con los datos del Banco de España.
Para encontrar un enero similar hay que remontarse al ejercicio 2020, justo antes de que saltaran las alertas a nivel mundial por la pandemia de coronavirus, cuando se financiaron bienes duraderos por valor de 2.821 millones. La diferencia entre un periodo y otro se encuentra en el interés a pagar. Si hace cuatro años, cuando las tasas oficiales en la eurozona estaban en el 0%, el tipo medio de los nuevos préstamos alcanzaba el 7,29%, en el primer mes de 2024 éste se ha situado en el 8,08% en un contexto en el que los tipos de referencia estipulados por el Banco Central Europeo (BCE) se encuentran en el 4,5%. Hace doce meses el tipo medio TEDR, equivalente al TAE, pero sin incluir comisiones ni productos vinculados, se colocaba en el 7,67%. Este arranque del ejercicio se produce después de un crecimiento de los pagos aplazados del 8%, hasta los 32.302 millones. Si bien ha logrado romper la barrera de los 30.000 millones por primera vez desde la pandemia, la cifra anual no supera la barrera preCovid.
De este modo, el saldo vivo de los créditos al consumo se sitúa en los 98.821 millones después de tocar los 99.458 millones en diciembre y se acerca ya a los máximos desde 2009, cuando el montante era superior a los 100.000 millones. Normalmente, este tipo de productos que se conceden por un mínimo de 200 euros y un importe máximo de 75.000 euros, suelen ser más accesibles para la población debido a que el sector bancario se cubre las espaldas con tipos más elevados.
El repunte interanual de crédito al consumo se produce en un momento de freno de la actividad hipotecaria, condicionado tanto por la menor concesión de dinero para comprar una vivienda como por las mayores amortizaciones anticipadas de las mismas. Así, esta tipología de financiación, cuyos plazos son más reducidos, mitiga la caída del endeudamiento de los hogares, que buscan huir de los tipos altos. La última encuesta de préstamos bancarios de la zona euro arroja la expectativa de un mayor endurecimiento de cara a este 2024 en los criterios de concesión a empresas. Su previsión va en línea con la de las entidades nacionales, que ya auguran un incremento esperado de los impagos desde los mínimos de 2008 en los que se mueve y no prevén que será hasta que el BCE mueva ficha con los tipos cuando las solicitudes comenzarán a reactivarse.