El tipo medio de las letras a tres meses, del 2,917%, roza ya el 3% y el de las letras a nueve meses se eleva al 3,169%. La demanda en las letras a tres meses ha superado en 4,28 veces la oferta, lo que confirma el apetito de los inversores por los plazos más cortos de la deuda, que están ofreciendo atractivas rentabilidades. El tipo medio a este plazo ha sido del 2,917%, superior al 2,638% de la subasta de marzo, y se sitúa en máximos de 2011. En noviembre de aquel año el Tesoro colocó letras a tres meses a un interés del 5,11%.
El tipo medio de las letras a nueve meses también ha subido frente a la subasta anterior, al 3,169% frente al 3,021%. La rentabilidad a este plazo superó por primera vez el 3% en marzo y se mantiene por encima de esa cota. El Tesoro ha vendido 1.522 millones de euros a nueve meses con una demanda que ha superado en 2,22 veces la oferta. El total adjudicado hoy en letras está en el rango medio del objetivo de captación previsto por el Tesoro, entre los 1.500 y los 2.500 millones de euros.
Las peticiones no competitivas, aquellas correspondientes a las solicitudes de los particulares y en las que no se hace una petición concreta de precio, han ascendido a los 156,8 millones de euros en la subasta de letras a tres meses, por debajo de los 277,9 millones de euros de marzo, y a los 327 millones en la subasta a 9 meses, también por debajo de los casi 590 millones de euros de la subasta precedente.
La demanda global continúa superando en todo caso la oferta, lo que no está impulsando al Tesoro a vender un mayor volumen de letras, el activo a más corto plazo y en el que las rentabilidades se han disparado a niveles no vistos en más de diez años con el alza de tipos de interés. Emitir más letras supondría contribuir a encarecer el coste medio de financiación del Estado y la prioridad del Tesoro es dar estabilidad a esa financiación con la emisión a plazos más largos.
Los particulares están siendo muy activos en las subastas de letras del tesoro y han disparado sus peticiones en lo que va de año a un nivel sin precedentes. Solo en el primer trimestre, solicitaron en subasta 4.800 millones de euros en letras. Este activo de deuda se ha convertido en protagonista del ahorro más conservador, a la vista de que la banca apenas traslada el alza de tipos a la remuneración de los depósitos.