Los causantes de este descenso en ventas son varios. Por un lado la inflación y la economía global, que sufre una debilitación progresiva. También el aumento de las ventas a lo largo de los dos últimos años, que ha reducido las perspectivas de ventas por saturación.
En 2023 se esperan bajadas todavía más pronunciadas de ventas de PCs y tablets, por varios motivos: por el descenso de la demanda de los consumidores, por el hecho de que el mercado educativo tiene su demanda casi completa y porque la demanda de empresa se va a aplazar debido a las condiciones macroeconómicas, que van a empeorar. La combinación del mercado de PCs y tablets, en conjunto, caerá en ventas un 2,6% en 2023 antes de volver a la senda del crecimiento en 2024.
Según Ubrani, Responsable de investigación de índices de dispositivos de movilidad y consumo de IDC, destaca que «aunque la demanda se está ralentizando, las previsiones de ventas siguen estando por encima de los niveles de la pandemia. La demanda a largo plazo estará afectada por una recuperación económica lenta, combinada con que el refresco de hardware de empresas y el soporte a Windows 10 se están acercando a su final. También se espera que los departamentos educativos y el trabajo híbrido sean el soporte que mueva más volúmenes «.