Esta evolución se sustentó en el fuerte repunte de la actividad económica y la subida de los precios de venta que siguieron a la notable contracción del negocio experimentada en 2020 por motivo de la crisis sanitaria. El mercado español experimentó un crecimiento del 14,3% en 2022, alcanzando los 17.150 millones de euros, mientras que el negocio en Portugal se incrementó un 23,2%, hasta los 3.850 millones de euros, quedando todavía por debajo de los niveles prepandemia en ambos casos.
Las cadenas especializadas ampliaron su cuota de participación en el conjunto del mercado ibérico hasta el 63,9% del total. Por su parte, las grandes superficies no especializadas (grandes almacenes, hipermercados y supermercados) reunieron en ese año el 25,3% del negocio ibérico.
La red de puntos de venta minorista de prendas de vestir y textil hogar en el mercado ibérico ha mostrado una continuada tendencia a la baja, especialmente intensa desde la pandemia de la COVID-19. Se estima en unos 54.200 el número de establecimientos operativos en 2022.
La reducción de la capacidad adquisitiva de las familias, en un contexto de alta inflación y subida de los tipos de interés, permite anticipar una desaceleración del ritmo de crecimiento del valor del mercado de distribución de confección en España y Portugal a corto plazo.
Así, al cierre del año en curso se estima un aumento del 5,6%, hasta los 22.170 millones de euros, en tanto que para el ejercicio siguiente se espera una variación en el entorno del 4%. La oferta sectorial presenta una creciente concentración, de forma que los diez primeros operadores reunieron en 2022 el 75% del valor total del mercado ibérico, siendo esta cuota mayor en España que en Portugal.